Este 23 de mayo se cumplieron treinta años del fallecimiento de uno de los grandes de la música folklórica nacional: Atahualpa Yupanqui, aunque su verdadero nombre era Héctor Roberto Chavero.
Había nacido el 3 de enero de 1908 en Campo de la Cruz, a dos kilómetros de Estación la Peña, en el partido de Pergamino. Su infancia transcurrió hasta los 9 años en La Peña, porque su padre, ferroviario, había sido nombrado en dicha Estación.
Vivió en una casa frente a la estación. Esa casa fue declarada patrimonio histórico de la ciudad de Pergamino.
En 1917 la familia fue de vacaciones a Tucumán y esas vivencias influyeron en el niño, que aprendió un nuevo paisaje musical.
Fue maestro de escuela, tipógrafo, cronista y músico. También jugó al tenis, practicó boxeo y fue periodista.
A los 19 años compuso una de sus obras más emblemáticas: Camino del indio.
En 1931 se casó con Alicia Martínez.
En 1932 participó del intento revolucionario yrigoyenista de los hermanos Kennedy, en La Paz, Entre Ríos, donde participaron también el coronel Pomar y Arturo Jauretche.
Después de un exilio en Uruguay, volvió al país y se instaló en Rosario.
En 1935 llegó a Raco, un caserío ubicado a 40 kilómetros de Tafí Viejo.
Siete años más tarde conoce a la pianista y compositora sampedrina Pepin Fitzpatrick, más conocida como Nenette. Fue su gran coequiper en la composición y autoría de temas clásicos como El alazán, Chacarera de las piedras, El arriero va, Indiecito dormido, Sin caballo y en Montiel, Quiero un caballo negro, Como en esos tiempos las mujeres no podían anotarse con los temas, Nenette firmaba con el seudónimo de Pablo del Cerro.
Atahualpa fue perseguido por el gobierno de Juan Perón y estuvo preso. Aseguraba que lo acusaban de todo, hasta del crimen de la semana que viene.
Se fue a Francia en 1949. El gorrión de París, Edith Piaf, lo invitó y actuó en la capital francesa.
En 1960 obtuvo el reconocimiento por su enorme trabajo discográfico, con artistas que interpretaron sus temas como Jorge Cafrune, Mercedes Sosa, Alberto Cortez.
En 1985 recibió el premio Konex de brillante como la mayor figura de la historia de la música popular argentina.
Al año siguiente fue condecorado como caballero de la orden de las arts y las letras en Francia.
En 1987 recibió el homenaje de la Universidad Nacional de Tucumán.
El 14 de noviembre de 1990 moría Nenette. Había vuelto a Francia en 1992 para acuar en Nimes, donde se indispuso y falleció el 23 de mayo de ese año.
Sus restos descansan en su lugar en el mundo, Cerro Colorado, Córdoba.
De Atahualpa -lleva su nombre el escenario mayor del folklore, en Cosquín- hay que recordar también temas como Luna tucumana, Coplas del payador perseguido, La añera, Preguntitas sobre Dios, Los ejes de mi carreta, La milonga perdida, Piedra y camino, Tu que puedes, vuélvete, Zamba del grillo, Canción del arpa dormida, La andariega....
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