La caída del sábado en el Centenario generó un clima especial en el decano del fútbol argentino. Pasa siempre cuando los resultados no acompañan. Quilmes perdió con Atlanta y se quedó sin invicto en casa después de 17 fechas sin perder de local. Además cayó ante un rival que no ganaba en la ciudad desde 1978, o sea pasaron casi 44 años de aquella última vez, que había sido en el viejo estadio de Guido y Sarmiento.
Todos estos elementos condimentan la ensalada futbolística de la semana, con el desafío para el técnico Leandro Benítez y para los futbolistas de apostar a revertir la situación. La derrota dejó mucha tela para comentar, sobre todo por las fallas que terminaron por sellar el resultado.
Lamentablemente se lesionó el arquero titular, Matías Budiño, responsable en varias oportunidades de evitar goles, y tuvo que asumir la responsabilidad el ignoto y falto de experiencia Juan Ignacio Morales, que pagó caro su pánico escénico. Le hicieron un gol olímpico, una jugada que en el fútbol argentino se da muy poco, inclusive se ha perdido memoria de cuándo había sido la última vez de un tanto de esta característica.
Y para colmo el tercer gol volvió a mostrar deficiencias defensivas notoras ante una pelota parada, donde se conjugaron la fragilidad del arquero con las debilidades de la defensa.
Así las cosas el fixture determina que el sábado hay que jugar en San Juan con San Martín, lo que significa una dura prueba para el equipo del Chino Benítez. El técnico tiene estos días para tratar de corregir errores y ajustar las tuercas para que la máquina funcione mejor.
Habrá que ver si ya puede estar la flamante incorporación, Hernán Lamberti, quien llega con una enorme experiencia y su performance fundamentalmente en Platense.
También estará en el técnico la necesidad de definir quién va a ser el arquero en San Juan, o sea, si puede estar el vasco Yzaurralde, si insiste con el pibe Morales o si se intenta incorporar un arquero de experiencia con motivo de los cuatro refuerzos que se pueden contratar en los primeros días de junio.
El hincha quilmeño se fue enojado del Centenario. Fueron muchos los que concurrieron y se fueron defraudados. Un dato que se empalma con el incremento de socios en forma notoria en los últimos días, a tal punto que como informó la secretaría de atención al socio se llegó en mayo a la inportante suma de 12.532 socios.
A ese caudal societario tendrán que responder los responsables con mayor rigor profesional. No hay que dejar de mencionar que después de San Juan, llega al Centenario el dificil Chaco For Ever, partido que se jugará en principio el miércoles 8 de junio.
Benítez habló después del partido, reconoció los errores, lamentó la lesión del arquero y consideró que era lógica la reacción del hincha, que siempre quiere ganar (máxime cuando había pasado tanto tiempo sin derrotas en casa).
El tiempo dará su veredicto. Ojalá se acomoden otra vez los planetas para que el decano del fútbol argentino recupere la memoria. Porque hay todavía 60 puntos, una enormidad en un torneo extenso e intenso, auténtico Moloch capaz de seguir devorando técnicos, sin embargo resulta importante ganar batallas para terminar ganando la guerra que en este caso se traduce en estar en el lote de los que clasifican por el segundo ascenso.
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