Comienza a conocerse con sabor a indignación y repudio la decisión del juez Lino Mirabelli de avalar la propuesta del presidente de la Nación, Alberto Fernández y de su pareja, Fabiola Yáñez, de pagar entre ambos 3 millones de pesos por haber violado el decreto presidencial que impedía durante la pandemia realizar encuentros, fiestas o reuniones.
El descubrimiento de la fiesta, a través de una foto que divulgó la periodista Guadalupa Vázquez, llevó a que el primer mandatario realizara una serie de malabares para justificar el incumplimiento de la norma que él había dictado. Al principio negó la fiesta, después acusó a su pareja y finalmente terminó reconociendo el error, aunque minimizando la gravedad de la falta.
Porque mientras en Olivos se festejaba aquel 14 de julio el cumpleaños de Fabiola miles de argentinos estaban encerrados en sus viviendas, no podían despedir a sus seres queridos fallecidos de Covid ni tampoco reunirse o realizar encuentros.
El presidente y su pareja propusieron al juez pagar su falta en forma dineraria y terminaron ofreciendo 1,6 millones él y 1,4 ella, o sea un total de 3 millones. Ahora el juez avaló la propuesta y aceptó ese pago, lo que ha provocado en muchos indignación porque se entiende que una falta de esa gravedad no se borra con dinero, más allá de aquel título del libro de Horacio Verbitzky, Todo tiene precio.
Aquí hay una cuestión moral, la necesidad de pedir perdón a la población por la falta cometida, que si bien no va a reparar tanto dolor acumulado por lo menos podría mostrar al primer mandatario y su pareja en una actitud de contrición. Lamentablemente, eso no se dio y el poderoso caballero, don dinero, sigue haciendo de las suyas.
Dicen que hay gente tan indignada que podría salir esta noche con sus cacerolas a repudiar el fallo del juez Mirabelli.
Vale agregar que quizás envalentonado por la decisión del juez de cerrar la causa, el presidente Fernández, que esta tarde va a presentar a los nombres que van a reemplazar a los animales (puestos por Macri) en los billetes, anunció que el miércoles no irá a la Antártida sino que estará en el Te Deum del 25 de Mayo en la Catedral metropolitana, con la convocatoria del cardenal Poli.
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