EN EL DIA DEL TRABAJADOR, LAS DOS CARAS DE UN GOBIERNO BIFRONTE

Por Eduardo Menescaldi

 Hoy es el Día del Trabajador, el recuerdo de aquella tragedia de los mártires de Chicago -una protesta laboral que terminó en esa localidad nortamericana con varios muertos- y con tal motivo hay actos multitudinarios que muestran con lujos de detalles la realidad que vive el país.

Hay dos maneras de ver la acción del gobierno. Los que apoyan al presidente Alberto Fernández y los que aprovechan la fecha para pegarle al gobierno, fundamentalmente al ministro de Economía, Martín Guzmán.

Mientras el Chino Navarro, funcionario del gobierno y dirigente de los movimientos sociales, aseguró recién a La Nación+ que "Guzmán es un gran ministro de Economía", una opinión que contrasta con lo que ayer señaló el diputado nacional Máximo Kirchner, que manifiesta el pensamiento de su madre, la vicepresidenta, que le pegó al ministro y prácticamente lo increpó por dichos en los que Guzmán había manifestado que no se metía en los dimes y diretes políticos. Dijo Máximo: "Me llama poderosamente la atención, y lo digo con toda la buena voluntad del mundo, porque se lo dice en los medios, que el ministro de Económía Martín Guzmán sostiene que hace su trabajo y que no se involucra en las disputas de poder. Entonces, ¿qué vamos a hacer?".

La manifestación por el día del trabajador tuvo dos corrientes visibles en sus actos, el Polo Obrero por un lado y las organizaciones sociales afines al gobierno, que tienen en el Chino Navarro a uno de sus líderes.

Curiosamente el propio Chino, que recién habló por La Nación+,  se lamentó porque el medio invita más a los representantes de la oposición, léase fundamentalmente Juntos por el Cambio -habló de Waldo Wolff, Patricia Bullrich, entre otros- y mencionó que por cada veinte visitas de los citados hay una invitación al propio Chino.

Argentina en este día del trabajador sigue transitando las dos avenidas del gobierno bifronte. Alberto y Cristina, que no se hablan desde hace tiempo, tienen dos maneras de ver la realidad. El presidente habla de un crecimiento de la economía, de buenos números, de aumento de las inversiones y del empleo, etcétera. Sin embargo, desde la zona de la vicepresidenta y sus voceros que se encargan de pegarle al gobierno desde distintos ángulos, con el ministro de Economía como primer blanco -el famoso fuego amigo- la visión que se tiene es diametralmente opuesta. Como si la alianza del oficialismo fuera oficialismo y oposición al mismo tiempo.

Recordemos que antes de 1994 el primero de mayo era la apertura de las sesiones del Congreso. En el recinto de Diputados el presidente inauguraba el período ordinario del Parlamento, y en mi caso la fecha coincidía con el cumpleaños de papá -hoy se cumplen cien años de su nacimiento- y como las sesiones las tomaba el cuerpo de Taquígrafos del Senado, trabajaba siempre el día del cumple.

En casa mirábamos por televisión el discurso presidencial y poníamos el ojo avisor cuando las cámaras tomaban a los taquígrafos en acción para ver si lo veíamos a papá.

Y el festejo era a la tarde cuando Papá Juan Carlos llegaba a casa.

¿Qué diría Papá hoy de la actualidad política?¿Cómo tomaría este gobierno Pimpi Nela, que se la pasan acusando, como en la canción, me dijiste, me...?

Me hace acordar este cruce en aquel tema de los 70 u 80 que remataba con el estribillo "Yo en mi casa, ella en bar...".

¿Se acuerdan?
La canción decía que "era una noche de primavera/ y yo tirado en la catrera/ fumando un pucho mientras pensaba/ qué estará haciendo mi peor es nada.."

Resulta que la que sería "mi peor es nada", es la que manda y decide lo que se hace o no. Quizás abrumada por sus múltiples causas judiciales, arremete contra el socio en un matrimonio de conveniencia, y contra la Corte, los jueces que fallan en contra, etcétera. Hace malabares como los chicos en los semáforos con el bloque, lo divide para reinar en el Consejo de la Magistratura...

Al retomar el tema constitucional, vale mencionar que en 1994 se modificó la carta magna, con la Convención de Santa Fe (ahí estaban los políticos que hoy ocupan cargos o son referentes, digamos por ejemplo Lilita Carrió y Cristina Kirchner, y no estaban los que aparecieron luego, porque el PRO, creado por Mauricio Macri llegó mucho después) y se decidió que las sesiones del Congreso empiecen el 1 de marzo, o sea dos meses antes de lo que dispusieron los constituyentes de 1853 y que terminen el 30 de noviembre, también dos meses después de lo que era norma hasta ese 94.

Hoy, la realidad nos muestra que un país necesita de todos y fundamentalmente de los que mandan, oficialismo y oposición, y parece mentira que el Congreso solo haya tenido sesiones que en número no alcanzan los dedos de una mano.

El Parlamento tendría que ser la caja de resonancia capaz de buscar soluciones a los múltiples problemas por los que atraviesa la Argentina. 

Las dos caras de los que hoy mandan tendrían que comenzar a mirarse para que se encuentre algún día la síntesis de lo que mejor le puede hacer a un país que necesita de todos.

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