Por fin el gobierno nacional dio cuenta de una realidad. Aceptó por decreto la renuncia del embajador argentino en Israel, Sergio Uribarri (foto).
El funcionario había renunciado el 7 de abril, luego de haber sido condenado a 8 años de prisión por corrupción y recién hoy, 31 de mayo, respondió el presidente Alberto Fernández con esta decisión.
En tiempos de la posmodernidad, con un mundo globalizado tuvieron que pasar nada menos que 54 días para que se tome una decisión de absoluta lógica.
Mientras esto ocurría y se esperaba la respuesta gubernamental, el tribunal entrerriano con una velocidad propia de los tiempos políticos decidió por jury destituir a la fiscal Cecilia Goyeneche, quien había realizado una eficaz investigación que terminó con la condena al ex gobernador de la provincia mesopotámica.
Cosas veredes Sancho!!!
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