La Corte Suprema se puso firme y rápidamente decidió desechar el insólito fallo del juez de Paraná, Alonso, por improcedente y por estar fuera de lo jurídico, como es que un magistrado pretenda imponer un fallo por encima del máximo tribunal.
Alonso quiso quedar bien con su "jefa", en esta desesperada intención de Cristina Kirchner de zafar de las múltiples causas que tiene.
La Corte determinó también que los consejeros juren su incorporación al Consejo de la Magistratura, y entre ellos deberán estar los representantes del Parlamento, la diputada nacional Roxana Reyes y el senador nacional Luis Juez.
La titular del Senado, precisamente CFK y su par de Diputados, Sergio Massa, deberán dar el acuerdo para que los citados legisladores se incoporen al Consejo de veinte miembros.
Resulta también increíbles las expresiones del viceministro de Justicia, doctor Mena, de amenazar que no van a permitir que se cumpla el fallo de la Corte. En una República, con la división de poderes consolidada, nunca podrían prosperar los dichos de Mena, que suenan más a una bravuconada que a un resorte del estado de Derecho.
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