Independiente jugaba anoche con Tigre -el partido terminó 1 a 1- y en Avellaneda se sabía que podría haber enfrentamiento entre distintas líneas de los barras del club Rojo. Por eso se desplegó un amplio operativo policial con más de 600 efectivos, que antes del encuentro procedieron a detener a un centenar de individuos que pretendían ingresar sin entradas.
Hubo corridas, disparos de balas de goma y detenciones. La crónica, con una foto de los detenidos, que publica Clarín en su edición de hoy en tapa, dice que en Independiente hay tres líneas en pugna.
Una encabezada por Hugo Loquillo Rodríguez, otra con Pabalo Bebote Alvarez, que pretende recuperar el liderazgo y una tercera comandada por Juan Lencziki (Juani) y Mario Nadalich.
Lo cierto es que los que pretendieron ingresar sin entradas estaban ligados a Loquillo Rodríguez (fue uno de los detenidos). La gente de Bebote Alvarez, dice la crónica, siguió los acontecimientos desde una estación de servicio cercana al estadio. Y los seguidores de Juani tuvieron diez detenidos.
Se sabe que en estos operativos, en los que los incriminados fueron acusados de resistencia a la autoridad policial, los que quedan detenidos salen en libertad a las pocas horas.
Pero queda picando que Independiente, como tantos clubes del fútbol argentino, tiene barras ligados con la directiva -el Rojo tiene una crisis institucional que encabezan los Moyano, que incluso han pateado para adelante la posibilidad de elecciones, frente a una lista impugnada (por gente del tribunal que simpatiza con Hugo) encabezada por el periodista Fabipan Doman- y la disputa del poder de tribuna significa mucho dinero, negocios, etcétera. El periodista Gustavo Grabia es el que mejor ha mostrado el tema de los barras en los clubes.
Ahora vale hacer las preguntas sobre estos "barras" o por algunos llamados con el eufemismo de "hinchas caracterizados": ¿De qué viven?¿Qué hacen en la semana?¿qQué negocios manejan?¿qQué relación hay con dirigentes de clubes o políticos?, etcétera.
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