El periodismo político especula con las medidas que podría adoptar el presidente Alberto Fernández una vez concluida la Semana Santa, mañana con el Domingo de Pascua.
¿El primer mandatario mantendrá al ministro Guzmán y aplicará alguna decisión con respecto a aquellos funcionarios de la Secretaría de Energía, que no pudieron ser echados por el ministro, léase los Federico, Bernal y Basualdo?
Hoy Infobae decía que Alberto va a mantener al ministro y en ese sentido, va a superar los vientos de fronda que hacen soplar el espacio duro del cristinismo auténtico. Incluso, han llegado a hacer trascender que el actual Secretario de Comercio, Felletti, cristinista puro, podría ser el eventual reemplazante de Guzmán.
El presidente fue papá, con su pareja Fabiola recibieron al crío, Francisco -nombre de Papa- y dijo que se tomó unos días para hacerse cargo del bebé, e incluso ironizó que había gobernado desde el Otamendi (aquí siempre cae la crítica porque los funcionarios del Estado nunca optan por nosocomios u hospitales públicos y prefieren lo mejor de la sanidad privada). Hasta dijo que con el bebé solo se ocupaba de los cambios... de pañales.,
Desde el lunes tendrá que regresar a la Rosada y comenzar a evaluar nuevos pasos, con el famoso latiguillo de poner de pie al país. En este sentido, ¿habrá cambios de gabinete?¿se despegará algo de Cristina, máxime después del papelón de la vice en la asamblea de la EuroLat, que tanto enojo provocó en parlamentarios europeos?
Hay otro ingrediente para esta ensalada política, que es el tema del Consejo de la Magistratura, porque en principio el lunes deberá asumir la presidencia el actual titular de la Corte Suprema, doctor Horacio Rosatti. Habrá que ver qué pasa porque desde el kirchnerismo duro, con el senador Parrilli a la cabeza -el alter ego de CFK- se dijo que harán lo imposible para que no asuma Rosatti. Y los memoriosos recordarone el caso del magistrado Costa, que en Santa Cruz nunca pudo se repuesto en el máximo tribunal de la provicnia, a pesar de que la Suprema Corte nacional había dispuesto que debía ser reincorporado.
Frente a este panorama, donde oficialismo, dividido y oposición, con muchas posibilidades de candidatos, juegan sus cartas con vistas a las elecciones del año próximo -falta mucho pero también poco cuando se escucha a los eventuales candidatos- comienza a tallar la que podríamos llamar la tercera posición, que tiene su figura estelar en el polémico Javier Milei, quien anoche en La Nación+ con el periodista Lucas Morando rechazó una versión que decía que podría ir al Banco Central.
Milei crece en la consideración de la ciudadanía, sobre todo en el público joven, porque su irrevencia, su desparpajo, el embate contra "la casta de la política" le han permitido ganarse un importante espacio. Y todos los meses sigue sorteando su dieta, lo que generó apoyos, multitudinarios, y también críticas, de quienes lo acusan de demagogo o disruptivo.
Argentina, un país que tiene todo para ser potencia y que lamentablemente, gobernantes mediante, sigue frustrando sus posibilidades. Siempre se dice que puede alimentar a 400 millones y con una población de algo más del diez por ciento, hay un 50 por ciento de inflación, la misma cifra de pobreza, desocupación, miseria, internas, etcétera. Un combo explosivo que demanda e interpela a los funcionarios del Estado, que parecen no entender las verdaderas demandas de la sociedad.
PD: Los recientes resultados en muchas facultades de las Universidades demostraron que hay una luz al final del túnel. En varias el kirchnerismo perdió ante Franja Morada, lo que habla de que al menos los jóvenes piensan que el país se construye de otra manera.
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