MISA DE LA ANUNCIACION: LA HOMILIA DEL OBISPO CARLOS TISSERA


 El 25 de marzo el obispo de Quilmes, monseñor Carlos José Tissera (foto), brindó su homilia en la misa de la Anunciación.

"Hoy en la solemnidad de la Asociación del Señor, celebramos la jornada de la verdad con el lema de Abrazar la vida con ternura y misericordia.

En estos tiempos de la vida humana, atravesada de diferentes maneras, nuestra solemnidad de la encarnación del hijo de Dios en las entrañas virginales de María, queremos elevar nuestros ruegos por la justicia y la paz en el mundo. Queremos celebrar la vida, en medio de tanta muerte. Proclamar la dignidad de la vida desde su concepción hasta su desenlace natural. Rezamos y nos comprometemos a recibir la vida, toda vida, recibiéndola como viene, con ternura y misericordia.

"Todo ser humano está llamado por Dios a disfrutar de la plenitud de la vida, y y por estar confiado a la protección maternal de la Iglesia, toda amenaza a la dignidad de la vida humana no puede menos que repercutir en su corazón, en sus entrañas materiales. La defensa de la vida para la Iglesia no es una ideología, es una realidad, una realidad humana que involucra a todos los cristianos, precisamente en cuanto cristianos y en cuanto humanos" (Francisco-Catequesis 25 de marzo de 2020).

"En el día de la memoria, verdad y justicia recordábamos las enseñanzas de nuestro querido padre obispo Jorge Novak, destacando el valor de la dignidad de la vida de la persona humana en un tiempo tan oscuro de nuestra historia, donde la vida estuvo tan amenazada. Miles de desaparecidos, la mayoría jóvenes, fue el saldo de una acción tan despiadada de un gobierno de facto, hundiendo en profunda tristeza a tantas familias. En ese tiempo vivimos el conflicto con Chile, casi al borde de una guerra fraticida, en la que el santo Papa Juan Pablo II obró de mediador para solucionar el conflicto. En el mismo período de la dictadura militar vivimos con profundo dolor la locura de la guerra de Malvinas. Los jóvenes soldados a quienes siempre recordamos con agradecimiento y respeto, como así también a los sobrevivientes, para comprometernos a un nunca más la guerra, nunca más la muerte entre hermanos, el padre obispo Jorge Novak junto a su oración, en dos ocasiones ofreció su propia vida:por la aparición con vida de tantos desaprecidos y por el fin de la guerra de las Malvinas.

"Hoy, en medio de esta guerra que aflige a los pueblos de Ucrania y de Rusia, el papa Francisco nos invita a consagrarnos al inmaculado corazón de María. Otros papas lo hicieron en el siglo pasado en medio de los grandes conflictos bélicos de la humanidad. Hace unas horas el papa Francisco ha presidido una jornada de penitencia y oración en la que ha realizado esta consagración.

El papa Francisco nos invita a contemplar a María: Porque cada vez que miramos a María volvemos a creer en lo revolucionario de la ternura y el cariño. En ello vemos que la humidad y la ternura no son virtuds de sino de la verdad (E. Gaudium 288).

Desde la catedral queremos realizar esta consagración, sintiéndonos unidos a todos los cristianos del mundo, a todas las personas de todos los credos y a toda persona de buena voluntad, pidiendo entrañablemente el fin de las guerras y comprometiéndonos a trabajar por la justicia y la paz en el mundo.

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