El ministro de Seguridad de la Nación, el quilmeño Anibal Fernández, dijo que las piedras que rompieron los vidrios en el despacho de la vicepresidenta, Cristina Kirchner, fueron intencionales. Lógicamente, nada dice de los errores cometidos para que se llegue a ese desenlace, como por ejemplo la falta de vallas, el control de los violentos -que era un grupo más que minúsculo- y de la falta de policía nacional en el lugar, recordando lo que ocurrió durante el gobierno anterior cuando varias toneladas de piedras se tiraron en la zona del Congreso.
La vicepresidente, indignada por el ataque, aparece en un video que pretende "ilustrar" lo ocurrido. Los que saben dicen que el video fue producido, con un cineasta que conoce bien el paño (se recordó en ese sentido el que se dio a conocer tiempo atrás cuando CFK fue a declarar a Lomas de Zamora, donde relataba con lujo de detalles y demasiado cuidado los pasos que daba).
Ahora comentó lo que presuntamente ocurrió y las cámaras muestran el despacho con una serie de datos, que permiten imaginar que más allá de las piedras y del hecho puntual, se fueron acomodando las piezas para dar al video mayor emotividad, en especial para que la militancia sienta que se atacó especialmente el despacho "de la jefa".
Como el juego de los errores, habría que dedicarse a marcar dónde están porque parece ser que eran piedras inteligentes, pues "supieron" golpear en los vidrios de la ventana y se desparramaron frente a los íconos del despacho.
Dice CFK en el video que estaban en el despacho, además de ella, su hijo y diputado nacional Máximo -que no fue al debate sobre el acuerdo con el FMI, pero sí apareció a las 3 de la mañana para votar en contra-, y los senadores Anabel Fernández Sagasti y Oscar Parrilli, ladero de Cristina, a quien se refiere la vice con una expresión muy particular, como se escuchó muchas veces en las escuchas. Un calificativo que podríamos repetir en relación a cómo quiere tomarnos el video a los que lo vemos, o sea: nos quiere tomar de p..... elandrunes (término más suave).
En fin, las piedras contra el despacho gozan de buena salud. Ella le habla a su gente porque sabe que le creen cualquier cosa. Pero ya hay muchos elementos como para tener en cuenta y decir que esos cuatro "jinetes del Apocalipsis" estaban esperando las piedras... que finalmente cayeron.
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