Un día como hoy en 1906 nacía en Santiago del Estero, Ramón Carrillo, quien se convirtió en el primer gran sanitarista del plaís.
Fue un neurocirujano, neurobiólogo y médico sanitarista, afrodescendiente arentino.
Durante la presidencia del general Juan Domingo Perón fue el primer ministro de Salud de la Nación.
Carrillo se recibió de médico en 1929, con el mejor promedio de su promoción.
Obtuvo una beca universitaria para profesionales y viajó a Europa, donde contactó con los más destacados especialistas del mudno.
En la llamada década infame regresó a Buenos Aires.
Como ministro de Salud de la Nación durante la presidencia de Perón realizó una enorme gestión. Durante ella se implementaron campañas nacionales contra la fiebre amarilla, las enfermedades venéreas y otros flagelos.
Se creó la primera fábrica nacional de medicamentos llamada EMESTA.
Se inauguraron 500 nuevos establecimientos sanitarios y hospitales, entre otros el Hospital Sáenz Peña, en Chaco, Español de Jobson en Santa Fe, Hospital de Pinto, en Santiago del Estero, Hospital de Chos Malal, en Valcheta, Río Negro, el Instituto de Gastroenterología, Hemoterapia y Dermatología de Capital.
En 1954 viajó a Nueva York a dar una conferencia en la Universidad de Harvard. Se instaló en el país del norte y más tarde se incorporó a una empresa estadounidense con sede en Brasil, en Belén do Pará, a donde viajó. En este tiempo padecía una dura enfermedad y debió quedarse en el país vecino por el derrocamiento de Perón.
Los que saben recuerdan con mucha emoción al doctor Ramón Carrillo y lamentan que el país no haya tenido en los últimos tiempos profesionales y sanitaristas de la calidad de Carrillo.
Falleció el 20 de diciembre de 1956.
En Quilmes, lleva su nombre el ex Dispensario. Una placa lo recuerda, y vale recordar que cuando se descubrió estuvo presente en el acto su viuda.
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