El presidente de la Nación, Alberto Fernández, estuvo en la TV Pública, en el programa "Desiguales".
En la ocasión habló de la inflación y aseguró que está en la mente de la gente por ser "autoconstruida". También habló de los diablos que aumentan los precios, a los que hay que hacerlos entrar en razón.
Más tarde la portavoz presidencial, Gabriela Cerrutti, destacó que después de 22 años un presidente asistió a un canal oficial y respondió las distintas preguntas, entre ellas que no se comunica con la vicepresidenta desde el pasado 10 de marzo.
Lo que no dice ni dijo la vocera del plresidente es que fue una nota compolaciente, donde los periodistas nunca van a hacer preguntas incómodas ni pondrán al primer magistrado en aprietos, preguntando lo que la gente quiere saber y no que les interesa difundir a los que mandan.
Por ejemplo, por qué no le preguntaron por los dichos de Máximo Kirchner, quien habló de gobernar con "la gente adentro" o del Cuervo Larroque, quien dijo que el gobierno es sectario y gobierna con cinco amigos. O lo que pasó con el gobernador Axel Kicillof, quien se puso del lado de Máximo Kirchner y repudió el acuerdo con el FMI.
Como esos muchos otros puntos polémicos -la relación con Putin y su opinión actual de lo que dijo del líder ruso pocos días antes de la invasión a Ucrania- que ameritarían un buen reportaje al primer magistrado, pero para eso habría que recurrir a periodistas que honren la profesión y no sean condescendientes.
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