LAS PENURIAS DEL PERSONAL DE SALUD, EN EL RELATO DE UN PROTAGONISTA

 Elpersonal de salud hace patria, son héroes que deberían ser reconocidos todos los días y sin embargo, con bajos sueldos, falta de insumos, maltrato y demás, aquellos que otrora, en los comienzos de la pandemia, eran aplaudidos todas las noches hoy son ilustres olvidados.

En las redes Ariel Aloi, un trabajador de la salud del Hospital Iriarte, escribió estas líneas bajo el título de Angeles a demonios, refiriendo en primer lugar que una compañera de la guardia fue agredida. Es del sector admisión de pacientes: le cortaron la cara y el brazo. Según se supo una mujer y su pareja hicieron estallar los vidrios del ingreso de admisión de pacientes, lo que provocó los cortes en la cara y en los brazos de una trabajadora de salud.

Dice Ariel que leyó que el hecho fue sintetizado en un titular periodístico como un día de furia. Y con su pluma exquisita, como autor, escritor, poeta, director teatral, sintetiza hechos que sin duda dan lugar para hablar de días de furia, y pone diferentes ejemplos de esa cuestión.

Cuando el electro no funciona, cuando no hay termómetros ni glucómetros, cuando las camas están todas ocupadas, o los pacientes permanecen internados durante semanas sin duchas, cuando las enfermeras deben calentar agua en pavas eléctricas para higiniezar pacientes; cuando colapsan los pasillos de politraumatiazados; cuando los que enfrentaron la pandemia sin vacaciones deben leer que está bien, que es justo, que le hayan cortado la cara a una trabajadora; cuando un ladrillo se cae y le corta la cara a una trabajadora de salud; cuando un ladrillo cae en la cabeza de un enfermero; cuando un trabajador debe hacer múltiples tareas porque no dan las manos; cuando por prejuicios está prohibido descansar o tomar un café (hay trabajadores que hacen guardias de 24 ó 12 horas); cuando terminan  las guardias con el personal agotado por lo que sucedió o vivió en pandemia o cuando a veces falla la memoria. Después de la agresión, la guardia siguió funcionando a pesar de las condiciones, sin que gane un día de furia.

Sigue diciendo Ariel que escribió estas líneas no para cualquiera, solo para los sentipensantes y para los que todavía creen en la humanidad.

Concluye dando todo el apoyo a la compañera agredida y más aun, cuando prevalecen el abandono y la violencia.



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