Marina, la madre del músico Chano Charpentier -ex cantante de Tan Biónica-, quien tiempo atrás tuvo un grave episodio por consumo de drogas y ahora parece haberse encaminado hacia la recuperación, en nota con el periodista Nelson Castro, en el programa El corresponsal por TN, hizo un llamado a la sociedad y reconoció que si a su hijo le hubiera ocurrido el episodio de hace seis meses con esta droga adulterada estaría muerto.
En ese sentido pidió a las autoridades que se pongan las pilas y tomen el toro por las astas para terminar con el flagelo de las drogas, los narcos y todo lo que conlleva.
Explicó que la droga mata -lo vivió en carne propia- y lamentó que haya policías, políticos y responsables que hagan la vista gorda y que apañen esta sinrazón.
Y se indignó porque hay narcos que manejan la actividad desde la cárcel, y se les dan teléfonos para desarrollarla.
El hecho ocurrido días pasados con 24 muertos por droga adulterada -la llamaron envenenada, cuando la realidad es que la droga es veneno, porque como dice el político y neurocientífico Facundo Manes secuestra el cerebro- ha servido para que se ponga en el tapete un problema que cada día afecta más a los argentinos.
El fiscal Carlos Stornelli también estuvo en el programa de Nelson Castro y sostuvo que desde su espacio judicial ha entablado una lucha sin cuartel, pero reconoció que existe bastante hipocresía por parte de quienes tendrían que enfrentar la cuestión con decisión política.
En ese sentido ejemplificó distritos del Conurbano donde los narcos hacen de las suyas, y puso el acento en San Martín (justamente el municipio del que fue intendente hasta hace poco tiempo el hoy funcionario del gobierno como ministro de Transporte, Gabriel Katopodis), donde a su entender los narcos mandan.
Resulta también curiosa y lamentable la pelea mediática de los máximos responsables de combatir la cuestión, Aníbal Fernández a nivel nacional y Sergio Berni, en la provincia. Más allá de chicanas dignas de un paso de comedia -aunque en este caso hay que hablar de tragedia- lo importante será que se pongan a trabajar en serio, porque lo que en algún momento se quiso circunscribir a Rosario hoy golpea con todo al Gran Buenos Aires y también a la Ciudad.
En las notas muchos vecinos saben con claridad los lugares donde se venden drogas, los que la comercian, los que las producen y sin embargo estalló el escándalo y ahora parecen darse cuenta.
Aunque también desde el más alto poder se emite una alta cuota de irrealidad o desinterés, como el mensaje que se envía desde la gobernación, enque se habla del con-sumo cuidado para alertar al que consume que se cuide, cuando el mensaje debería ser que la droga mata, pues al menos secuestra el cerebro.
Berni dijo que a diario se venden 200 mil dosis en el AMBA y lo señaló sin ponerse colorado, como algo ya instalado y contra el cual no se puede hacer nada. Aunque el golpe de los 24 muertos por droga adulterado significó que al día siguiente se secuestrara importante cantidad de estupefacientes, como si no se supiera que estas muertes se hubieran evitado si la acción fuera continua y decidida.
El ex comisario Baratta dijo en Si pasa, pasa, el programa de Ignacio Ortelli por Radio Rivadavia, que él se tuvo que ir de la policía hace una década porque su acción firme contra los narcos afectaba a políticos, policías, poderosos. Y lamentó que en la actualidad la carrera de los comisarios fuera más rápida por ser cómplices con hacer la vista gorda ante el problema.
Alguna vez, muchos años atrás, se creó en el país el CENARESO (Centro Nacional de Rehabilitación Social) para recuperación de adictos. Hoy está el SEDRONAR, la respectiva Secretaría, pero la realidad es que los narcos siguen haciendo de las suyas en los barrios y no encuentran en los gobiernos, de todos los niveles, la acción necesaria para terminar con los bunkers y con la comercialización. No hay voluntad política y como alguna vez dijo el entonces diputado nacional Lestelle, habría que hacer naguiretazos a muchos políticos para saber si consumen o no.
En estos días se hizo viral un video con la vicepresidenta Cristina Kirchner, quien decía que a los pobres se les vende droga de "la mala" y los ricos consumen "de la buena". Lo señalaba como una realidad, lo comentaba y no decía nada de la verdad de la milanesa: la droga mata, señora vicepresidenta, no se puede hablar irónicamente de buena o mala.
Una asociación de lucha contra la drogadicción publicó que en la Argentina mueren por mes 50 personas por este flagelo. El envenenamiento que ha producido la llamada droga adulterada -algo así como veneno envenenado, valga la redundancia- mató en un día a la mitad de los que mueren por mes por más que tengan para algunos el "con-sumo cuidado".
Lo que hay que destacar es que Tres de Febrero, el distrito donde estalló el conflicto de la droga adulerada, no es el único donde los narcos hacen de las suyas, y el mapa que acompaña esta nota, en base a un artículo de Andrés Klipphan en Infobae, es claro sobre el grano que surgió en el Conurbano y que obliga a las autoridades de la Nación, la provincia y los municipios a hacerse cargo de su responsabilidad.
Los municipios involucrados, además de Tres de Febrero y San Martín, son Quilmes, Lomas de Zamora, Almirante Brown, Ezeiza, Lanús, Florencio Varela, Morón, Pilar, Malvinas Argentinas, José C Paz (la tierra de Ichii, quien alguna vez retó a militantes porque no cumplían con su obligación cuando les permitió llevar drogas en las ambulancias), San Miguel, Moreno, General Rodríguez, Marcos Paz, Esteban Echeverría, Ensenada, Berisso, Avellaneda, Ituzaingó.
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