Curiosa paleta muestra la anunciada marcha del martes 1 de febrero contra la Corte Suprema de Justicia de la Nación. La iniciativa que se adjudica al dirigente Luis D´Elía y que tuvo como iniciador al ex juez Ramos Padilla, padre del juez electoral, antes promotor de la causa llamada Puf Puf, avisa que ese día habrá marcha a los Tribuinales para pedir la salida de los jueces del máximo tribunal.
Recordemos que ya hubo el visto bueno de allegados al gobierno, como el viceministro de Justicia, Juan Mena, ex Side, y el propio presidente de la Nación, Alberto Fernández.
Hoy se conoció que el secretario general del gremio Camioneros, Hugo Moyano, también dio su adhesión, diciendo que si había que marcha contra la justicia ahí iban a estar.
Sorprende esta marcha porque busca desequilibrar la división de poderes que consagra la Constitución Nacional, con los tres poderes en igualdad de condiciones e independientes. Marchar contra la Corte desde el Poder Ejecutivo resulta algo así como interferir en el ámbito de otro poder.
Sorprende esta marcha y no se puede olvidar que mañana martes se van a cumplir siete años del asesinato del fiscal de la Nación, Alberto Nisman, cuando se preparaba para concurrir al Congreso Nacional para denunciar a la entonces presidenta de la Nación, hoy vicepresidente, por el memorando con Irán.
Habrá que ver de qué manera reacciona el Poder Judicial con esta arremetida contra su máximo tribunal. Porque se conoció una declaración de profesores y abogados universitarios, repudiando esta marcha e incluso promoviendo una especie de contramarcha, a favor del Poder Judicial, para el 3 de febrero.
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