ENTRE EL ROSTRO GOLPEADO DE OLGA Y LA MARCHA CONTRA LA CORTE SUPREMA

Hoy la tapa de Clarín muestra el rostro golpeado de la jubilada Olga, quien fue atacada por tres delincuentes que se metieron en su casa de Villa Maipú, partido de San Martín. Los cacos, dos menores y un adulto, querían dólares y se la pasaron buscándolos, golpeando a la jubilada y desatando una nueva muestra de la inseguridad reinante, sobre todo en el Conurbano. Se llevaron la tarjeta SUBE, el carné del PAMI, ropa, cosas de menor valor porque el dinero que buscaban no estaba. La imagen del rostro lapidado de Olga habla a las claras del momento argentino, que tiene este problema -la inseguridad- como uno de los mayores a resolver. La jubilada habló en distintos medios y se dirigió directamente al ministro de seguridad bonaerense, Sergio Berni, y le pidió que se ocupe de su problema y de los que sufren los bonaerenses en los últimos tiempos. Mientras esto ocurre, hay un grupo de "impresentables" que se están moviendo para organizar una marcha para el próximo lunes 1 de febrero contra el más alto tribunal de la Nación, la Corte y reclamar que sus integrantes sean echados. En esta runfla de convocantes aparecen el juez de la Nación, Ramos Padilla, padre del actual juez electoral, anteriormente en Dolores y muy publicitado por el armado del llamado operativo Puf Puf; el dirigente Luis D´Elía, ligado con el ataque a la AMIA y de lazos con Irán, el país acusado del ataque a la AMIA; el viceministro de Justicia, Juan Mena, quien era jefe de los espías en el momento de la muerte del fiscal Alberto Nisman -quien estaba investigando a la presidenta Cristina Kirchner e iba a presentar una denuncia en el Congreso-: y otros funcionarios del gobierno, como el propio presidente de la Nación, Alberto Fernández, quien no solo está en esta movida sino que sigue diciendo que en febrero irá a Rusia, en momentos en que el país de Putin tiene un conflicto internacional -también está Estados Unidos- por Ucrania. En ese viaje también está previsto visitar al líder de China, Xi Jinping. En síntesis, mientras no se resuelve el tema de la inseguridad, que todos los días sacude a los bonaerenses, desde el gobierno se piensa en las relaciones exteriores, curiosamente bastante alejadas de lo que debería ser una política internacional que tendría que acercarse más a los países democráticos y no a los autocráticos, donde los derechos humanos brillan por su ausencia. El sentido común dice que hay que mirar más el rostro de Olga y su reclamo, aunque los que mandan pongan mayor énfasis en otros temas, como el viaje a Rusia o la marcha inconstitucional -porque atraviesa la división de poderes- contra la Corte. Y hoy se sumó el ministro de Justicia, Martín Soria, quien estuvo bastante callado y llegó a sugerir que en la Corte estén representadas las provincias (algo que supone el Senado de la Nación). En fin...

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