EN LA ARGENTINA EL PERIODISMO NO SE TOMA VACACIONES

Por Eduardo Menescaldi

 ¿Cuánto hace en el país que un periodista no puede disfrutar plenamente de sus merecidas vacaciones, ya sea enero o febrero?

Es cierto que la pandemia que comenzó con las estrictas restricciones el 20 de marzo de 2020 significó un shock, para la Argentina y el mundo. Hubo que adaptarse a la "nueva normalidad", sin experiencia y tratando de asimilar lo que ocurría en Europa y en otros continentes.

Pero la Argentina, que venía de un reciente cambio de gobierno, debió enfrentar los bemoles de la propia característica de nosotros mismos. Porque todo empezó con un triunvirato, que hacía inflar el pecho de satisfacción pues las tres patas tiraban para el mismo lado: el presidente Alberto Fernández, el gobernador Axel Kicillof y el jefe de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta.

Todos juntos para enfrentar la pandemia y asimismo para tratar de evitar que la salud y la economía se desbarrancaran.

Sin embargo, poco duró esta sintonía y a los pocos meses comenzaron las diferencias. Distintas formas de ver y encarar lo imprevisto que después de dos años nos muestran una grieta enorme, donde los tres del triunvirato hacen lo que pueden y muestran poca empatía o solidaridad con aquellos a los que en un momento dijeron apoyar.

Hoy estamos con más de 118 mil fallecidos, continuidad de contagios, testeos con alto porcentaje de positividad y una sociedad poco dispuesta a volver a las restricciones, por lo que todo depende de la responsabilidad individual.

Hay que reconocer que la mayoría de la población tomó conciencia de la importancia de la vacunación, el uso del barbijo, el respeto de los protocolos, etcétera, pero difícilmente se pueda aceptar a esta altura de los acontecimientos volver atrás en materia de encierros.

Ya desde el gobierno de la Ciudad se reiteró que las clases comienzan el 21 de febrero y que se buscará la mejor manera de evitar que las burbujas terminen complicando la situación. La ministra de Educación reconoció que la manera de encarar las burbujas tuvo sus fallas y se buscará no repetir los errores.

En el gobierno nacional todo está supeditado, directa o indirectamente al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Y para eso fue como mascarón de proa el ministro de Relaciones Exteriores y Culto, Santiago Cafiero, quien comenzó como jefe de gabinete, recibio críticas y presiones y el presidente le dio como premio consuelo la Cancillería. No importaron antecedentes o experiencia diplomática sino que Alberto Fernández no quiso que lo desplazaran y le dio un lugar fundamental en la comunicación con el mundo. Por eso hoy Cafiero se encuentra con un hombre fundamental del gobierno del presidente Joe Biden para tratar de acercar el bochín para dar pasos adelantes en el acuerdo con el FMI. Y esperando que en este juego de la OCA no tenga que retroceder casilleros.

Mientras en relaciones exteriores el gobierno muestra una dualidad preocupante, porque se liga con países que violan los derechos humanos -léase Nicaragua, Venezuela, Irán, Cuba, Rusia, China- y por otra trata de arrimar a Estados Unidos con la excusa del FMI, la deuda y el "ah pero Macri" como recurso para intentar resolver las propias debilidades.

SIETE AÑOS

Hoy se cumplen siete años de aquel aciago 18 de enero cuando apareció muerto en su domicilio de Puerto Madero el fiscal de la Nación, Alberto Nisman. Se quiso hacer aparecer el caso como suicidio -el magistrado iba a denunciar a la entonces presidenta en 2015 por el memorando con Irán, donde estaban involucrados Luis D´Elía entre otros- pero terminó reconociéndose que fue un asesinato, en una escena del crimen que fue alterada por "una multitud" de personajes que pisaron pruebas y ensuciaron el lugar. Y entre esos estaba el hoy ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni.

Mientras el oficialismo insiste en el suicidio y denigra al fiscal, incluso apuntando a su vida privada, desde la oposición y fundamentalmente del periodismo independiente se insiste en que el caso Nisman es uno de los tantos crímenes sin resolver en la historia argentina. Nisman molestaba e iba a realizar una denuncia fuerte al poder de turno. Hasta el que le entregó el arma, Lagomarsino, insiste en el suicidio, pero está imputado en la causa como algunos de los custodios que debían preservar su seguridad.

Si de Justicia se trata sorprende que desde el gobierno se aliente una marcha en febrero contra el máximo tribunal del país, en una evidente violación de los principios republicanos que hacen a la división de poderes. Una marcha que también genera una contramarcha, en defensa del Poder Judicial, también en febrero unos días después.

VIOLENCIA

En esto de decir que los periodistas siguen sin tomarse vacaciones en los meses de verano, no hay que dejar de mencionar el tema de la violencia que se respira por doquier, ya sea por la inseguridad o por la intolerancia juvenil.

Hoy también se cumplen dos años del asesinato en Villa Gessell del chico Fernando Báez Sosa por un grupo de rugbiers, que hoy están detenidos a la espera del juicio.  Pero también hoy mueve y conmueve a la comunidad el asesinato a la salida de un boliche en Pilar del chico Brian Cuitiño por una patota, donde lo que también llama la atención es la violencia de los agresores, entre ellos dos chicas, una de ellas que terminó rematándolo.

Se podrá hablar de drogas, alcohol, inseguridad, desocupación, falta de destino, una sociedad decadente que no le da futuro a sus jóvenes, en fin, pero lo cierto es que este combo solo alienta la multiplicación del delito, y cuando se puede, que los jóvenes lleguen a creer que el mejor destino pasa por Ezeiza. O sea, buscar afuera lo que aquí no se encuentra como destino de vida. Hacer un cambio de lo que dice la historia: ayer los abuelos llegaban para construir su destino aquí -hacder la América le decían- y hoy sus nietos y/o bisnietos van a la tierra de los ancestros a hacer ese camino que antes sí se podía concretar en la Argentina.

ÉJEMPLO Y ESPERANZA

No hay ejemplos que sirvan para tratar de cambiar la historia. Porque un diputado sorteando su dieta todos los meses, con un millón de anotados.... y gana en primer término un kirchnerista!!!, o una kirchnerista funcionaria del organismo que administra las jubilaciones de los millones de pasivos, tomando vacaciones en una playa paradisíaca con su pareja, a la sazón el segundo de ese organismo PAMI, no parecen ser el mejor ejemplo de mérito, esfuerzo, valores, principios.

El que se desloma puede correr el riesgo de ese taxista que murió arriba de su vehículo cuando el ladrón se quiso llevar la unidad, o también ir o volver del trabajo puede ser un calvario si aparecen motochorros en el camino... 

Frente a tanta pálida, que son auténticas realidades, parece difícil cultivar la esperanza en los dias que vienen. Sin embargo, con el poema del colombiano Augusto Tamayo Vargas, hay que seguir teniendo esperanza... en los días que vienen. Y sobre todo, como remata el poema, vale anhelar que eso con lo que se sueña se pueda llegar a ver.

Para eso necesitamos políticos que sirvan al pueblo y no se sirvan de él, que dejen de mirarse el ombligo y que se olviden de las próximas elecciones para que de una vez por todas se ocupen de las nuevas generaciones!!!

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