En el Wizing Center, en Madrid, España, el boxeador argentino Sergio Maravilla Martínez derrotó por puntos al británico Macaulay McGowan.
El combate enfrentó al quilmeño Martínez, quien en los próximos días cumple 47 años ante un joven inglés, dos décadas menor, que sin duda expuso una relevante mediocridad, quizás como expresión cabal de la realidad actual del boxeo mundial, con falta de figuras a tal punto que Martínez, quien estuvo ausente de los rings durante un largo tiempo en el que se dedicó al espectáculo -sigue incursionando en este ámbito- logró una victoria contundente e incluso dio un nuevo paso para cumplir su sueño de lograr una pelea por el título mundial ante el japonés Ryota Murata.
Sergio Maravilla Martínez nació en Avellaneda pero desde chico se radicó con su familia en Quilmes, donde fue desarrollando su carrera boxística.
En su juventud y adolescencia también apuntaba al fútbol -se probó en Los Andes- pero finalmente se decidió por el boxeo, con el entrenamiento a cargo de sus tíos, los Paniagua.
En la Argentina llegó a un determinado nivel pero en los 2000 entendió que no iba a progresar si se quedaba en el país, y con toda la audacia de sus condiciones se largó a Europa para escalar posiciones. Se instaló en España, mientras incursionaba en una serie de oficios para sobrevivir. Sin embargo, el boxeo le permitió comenzar a construir una carrera que lo llevó a ocupar los primeros lugares.
El 6 de octubre de 2008 en California logró el título superwelter del Consejo Mundial de Box al derrotar por nocaut técnico en el octavo round ante Alex Bunema.
Se consagró campeón mundial del CMB y de la OMB el 14 de abril de 2010. Le ganó en Atlantic City a Kelly Pavlik.
Después de perder el 7 de junio de 2014 con Miguel Cotto en el 2014, decidió abandonar el boxeo y a partir de ahí surgió el showman, con espectáculos de stand up, que le valieron una singular popularidad.
Pero un buen día, ya grande, le volvió a picar el "bichito" del boxeo y decidió volver a los rings. Fue en el 2020 y ya lleva cuatro combates en estas condiciones, todos exitosos más allá del bajo nivel de los rivales. Eso le dio oxígeno para crecer en el ránking y ahora sí, después de la victoria ante el británico, las posibilidades son ciertas de cruzarse con el nipón Murata.
Vale decir como nota de color que el apodo Maravilla, destacando sus condiciones técnicas, se lo puso el periodista y jurado de boxeo Miguel Biancou.
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