Que fue penal, que no fue, que fue un escándalo nacional -tapa de Olé deportivo- lo cierto es que la final del próximo martes a las 20 en estadio a definir con árbitro a designar enfrenta a los dos equipos que mejor campaña realizaron a lo largo de la lprimera Nacional.
El primero de la zona A, Tigre, ya ascendió. Quilmes, segundo en esa zona se medirá con Barracas Central, el primero de la zona B.
Entonces las vueltas del certamen determinaron que estén frente a frente los mejores, por supuesto con la mochila de las polémicas a cuestas.
Se habla, se habló y se hablará del penal que dio Nicolás Lamolina anoche en el Centenario. La primera imagen -el relato por El Fútbol de Valentín Leocata lo dice en forma drástica- dice que el choque entre Anselmo y el arquero Miño es penal. Después con repetición de la jugada,c omentarios, etcétera, parece que la cosa fue al revés, o sea un VAR hubiera decidido quizás otra medida.
Pero todavía no hay VAR en la Argentina y hay que aceptar la decisión. Porque tampoco puede olvidarse que tiempo atrás el árbitro Fernando Echenique ignoró un tremendo penal a Pavone cuando restaban pocos minutos para la finalización del partido con Almirante Brown en el estadio de La Fragata. Ese penal, si se concretaba, hubiera dejado a Quilmes primero en su zona y hubiese tenido que definir con Barracas, sí, la misma final que ahora se va a dar por el segundo ascenso.
La mochila de polémicas no para aquí. El otro protagonista de la final, Barracas Central, también tiene lo suyo. Incluso hay un video que suma jugadas con polémica ligadas con el club del presidente de AFA, Chiqui Tapia. Los dos últimos ejemplos: el partido con Villa Dálmine en Campana que clasificó a Barracas primero en su, zona y ahora el partido de ayer, con tres goles en quince minutos, con una defensa de Almirante Brown sospechosamente endeble, el ejemplo más patético el tercer gol, con un increíble pase de un jugador de Brown al jugador de Barracas que concretó el tanto. Es cierto que esa no fue la intención, pero sorprende el error del futbolista visitante.
En todo caso el partido del martes será el choque el más polémico de todos -Barracas- por lo que significa Chiqui Tapia y el decano del fútbol argentino, ahora envuelto en polémicas por el penal que dio Lamolina (lógicamente olvidando el que no cobró Echenique).
Algo más: los que peinan canas en Quilmes recordaron al papá de Nicolás Lamolina, Francisco, y un partido de Quilmes en primera con San Lorenzo en el viejo estadio de Guido y Sarmiento. No dio un muy claro penal a Martín Di Diego. Pancho era un árbitro famoso por dejar seguir las jugadas, por lo que se lo llamaba "siga siga". Hoy, Olé, lo recuerda en su hijo con "siga siga" el escándalo. En fin...
Quilmes tiene una semana para preparar el nuevo sueño de ascenso. No será fácil, porque como dice el relator Turco Yaman se enfrentará al "caballo del comisario". Quilmes tiene con qué para superar esa y todas las barreras que le pongan en el salto a Primera.
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