Vale la pena recomendarlo. Se lee con intensidad y la historia atrapa al lector desde el vamos. Se trata de Las llaves de Raquel, de Esteban Cichello Hubner (foto).
Es la historia de un niño que sabe sobreponerse a la adversidad. Que vive en la extrema pobreza -un rancho que se llueve, sin cloacas, sin agua potable, sin las menores condiciones- pero que infla el pecho y va superando cada obstáculo con una inteligencia que mueve y conmueve.
Porque Esteban homenajea a su madre Ester, trabajadora de la salud y a su abuela Raquel -el título es porque esa abuela le dio la llave para abrir todas las puertas del futuro- y cuenta su historia, en ese universo complejo y lleno de necesidades insatisfechas. Frente a ello, la confianza en sus fuerzas, en su inteligencia y en una sabiduría innata que supo ir aquilatando cada vez que tuvo que sortear una dificultad.
Ese chico que a veces se "rateaba", no iba a clase para quedarse a ver el programa de Mirtha Legrand, mientras su madre estaba trabajando en la Asistencia Pública. Ese niño grande que se preparó, estudió, cursó el colegio con mucho sacrificio, pero que fue aprendiendo de cada experiencia.
Ese niño que trabajó desde pequeño en un almacén, que juntaba cables y chatarra para conseguir fondos, que vivía los dos mundos -el de la pobreza en casa y de la riqueza en la otra familia de sangre- y que un día se metió en el mundo de la hotelería para ir escalando trabajos. En hoteles importantes como El Conquistador, El Sheraton, el de Las Leñas.
Y que ante cada sueño que no podía cumplir se juramentaba que algún día iba a concretarlo.
Y en sus estudios nunca le esquivó al aprendizaje, ya sea de idiomas, de oficios, de experiencias. Y así fue jalonando un sistema de vida que le permitió ganarse el sueño de viajar, primero a Israel, que es donde culmina el libro.
Hoy, Esteban es docente en la prestigiosa universidad de Oxford, ha conocido 82 países, habla 8 idiomas y tiene anécdotas con distintas personalidades.
Una de estas anécdotas es con Diego Maradona, a quien conoció cuando Boca concentraba en un hotel de Capital. Y con Diego se estableció una simpática relación, caramelos Media Hora mediante.
Años después logró que Maradona diera una charla en la Universidad de Oxford e incluso se animara a hacer jueguito con una pelotita de tenis.
Las llaves de Raquel transporta al lector a través de una cronológica y evolutiva vida de un niño poseedor de una inocencia y a la vez inteligencia muy peculiares, que observa y percibe el mundo desde una óptica original que desafía las difíciles reglas del jeugo de encajar en la sociedad.
Esta inspiradora historia de perseverancia lleva a la profunda reflexión sobre el dilema de aceptar el destino que nos toca con resignación o cambiar la suete adversa de esta ruleta.
No hay que olvidar que el protagonista pasó de vivir pobremente en un rancho en paupérrimnas condiciones a realizar sus sueños, educándose en la prestigiosa Universidad de Oxford y dando así un vuelco completo a su vida. ¿Cómo? Esa es otra historia, que seguramente será contada en un nuevo libro.
Digamos que Esteban estudió Relaciones Internacionales y Ciencias Políticas en la Universidad Hebrea de Jerusalén, Linguística Aplicada y Educación en la Universidad de Oxford, Cuestiones de Lengua en la Unviersidad de Salamanca.
Hoy reside en Buenos Aires y también en la ciudad de Oxford. En nuestro país estuvo con motivo de las elecciones.
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