LAS AMBIGUEDADES DE UN GOBIERNO QUE NO SE PONE DE ACUERDO

 Algún periodista se tendría que poner a investigar y analizar, digamos comparar, las frases de los referentes del gobierno, que desconciertan a propios y extraños.

Un ejemplo patente de las ambiguedades y dobles mensajes se muestran con las palabras del presidente Alberto Fernández, y la vocera, la periodista Gabriela Cerrutti.

Son muchos los casos que se pueden mencionar pero basta solo con recurrir a lo ocurrido hoy. Por un lado, la vocera se refirió al informe que dio a conocer el Fondo Monetario Internacional y dijo que fue "tímido".

Sobre el mismo tema, el presidente Fernández sostuvo que fue un informe "lapidario", y si bien la definición de "lapidario" habla de algo conciso, solemne, que se puede escribir en una lápida, la realidad es que lo dice para hacer suponer al interlocutor que el informe del FMI fue contundente... por supuesto contra el gobierno de Macri.

No es la primera vez que pasa -lo que dijo Cerrutti es más suave por cierto- porque hemos tenido múltiples muestras de adelantos de la vocera, que luego no se concretan, como decir que Fernández no va a asistir a la asunción del diputado Máximo Kirchner a la presidencia del Partido Justicialista y a las horas Fernández aparece en la quinta de San Vicente, asistiendo a la asunción...

Por otra parte, a la ambiguedad de estos referentes habría que agregarle el tema de la bifrontalidad o bicefalidad gobernante. En Perfil, en los extensos reportajes que acostumbra realizar Jorge Fontevecchia, el presidente de la Nación asegura -fue título de tapa- que no está, estuvo y ni estará sometido a la vicepresidenta.

Los hechos parecen demostrar lo contrario, porque difícilmente Alberto Fernández se aparte del pensamiento y de los designios de quien con el dedo lo eligió para ser candidato.

Esta misma ambiguedad tiene vigencia cuando se trata de hablar de causas judiciales. Cristina Fernández festeja, al menos para adentro, los fallos judiciales que le son favorables y que le van liberando el camino con los sobreseemientos (dólar futuro, memorandum con Irán, coimas por Los Sauces-Hotesur, etcétera) pero se alarma y tiene una actitud agresiva con los jueces cuando el que "zafa" de acusaciones es el ex presidente Mauricio Macri. Ahí sale CFK con toda la furia para denostar a jueces y acusarlos de parciales... Y junto a ella toda la "pandilla", como acusó a Macri en el último fallo judicial que lo favorece, que se encarga de ser grosera y denigrante para los magistrados.

CFK habla de que a Macri le llegó Papá Noel, pero se olvida lamentablemente de los Papá Noel que con su fallos evitan que con una avalancha de documentación sus causas lleguen a juicios orales, o en forma diagonal, resulta condenado quien fuera titular de la AFIP, Ricardo Echegaray y los socios periodísticos de CFK, De Souza y Cristóbal López, son sobreseidos. Una misma causa, una situación de dos partes, y solo una es favorecida. En fin...

Se está terminando un año duro y difícil de olvidar. La brisa de la Navidad y del Año Nuevo suele aliviar los corazones, con el espíritu y el sentimiento cristiano apareciendo por doquier.. Y siempre hay que soñar con que estos principios sirvan para mejorar a los seres humanos, sobre todo a los encargados de gobernar, para tener un 2022 más saludable, donde la vocación por ser mejores sea prioritaria y no se deje llevar por la mezquindad de solo mirarse el ombligo.

FELIZ NAVIDAD Y FELICES FIESTAS PARA TODAS Y TODOS.

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