Según publicaron los medios debió ser un encuentro de protocolo, que pidió el ministro de Justicia de la Nación, Martín Soria. Sin embargo, mostró en toda su dimensión la brecha que hay entre el más alto tribunal de Justicia de la Nación y el encargado de la materia en el Poder Ejecutivo.
La sola foto del encuentro -recordemos que Soria se reunió con los ministros de la Corte después de ocho meses de gestión- habla a las claras del clima reinante. El encuentro, según lo publicado, duró apenas media hora, pero dejó mucha tela para el comentario.
El ministro demostró su bronca en las declaraciones que realizó minutos después de la reunión, criticando a la Corte, que a su entender tien e "una crisis de funcionamiento que atenta contra su legitimidad".
Y agregó que (el país) "necesita una Justicia ágil, que trabaje de cara a la gente".
Habría que pedirle una mayor ampliación de la afirmación, porque puede pensar que la Justicia ágil es la que libera a su jefa, CFK, de tres posibles juicios orales con sobreseimienmto... y sin juicio oral, en los casos dólar futuro, hoteles Hotesur-Los Sauces y memorandun con Iran.
Las críticas delf uncionario no quedaron ahí. Dijo que el Congreso "puede sancionar todas las leyes que sean necesarias para reformar la Justicia, pero, si en última isntncia la Corte no tiene la voluntad y el compromiso de aplicarlas seguiremos en la misma situación".
Quizás apunte al tema del Procurador o a la reforma que postuló el Ejecutivo a la medida del kirchnerismo, sin embargo el Congreso no pudo avanzar porque hubo empantanamiento en Diputados... Y ahora que habrá una nueva composición del Parlamento, es decir, un Cuerpo más equilibrado seguramente Soria tendrá que aceptar, como demócrata, que hay que respetar lo que decide el Poder Legislativo.
Soria tendría que recordar que el sistema de gobierno democrático, la República, se sostiene con los tres pilares que son los tres poderes -Ejecutivo, Legislativo, Judicial- que deben ser independientes. De tal manera qu,e la intromisión del Ejecutivo en el Legislativo y/o el Judicial, como pudo leerse la actitud del ministro resulta algo inaceptable en un país que se dice democrático.
Soria le pretende manejar los tiempos a la Corte, algo realmente insostenible en un régimen democrático. Sería como qu,e la Corte o alguno desu,s miembros decidiera reclamar al Poder Ejecutivo tal o cual medida, metiéndose en su área.
La Corte respondió de entrada nomás con la decisión de que el Poder Ejecutivo devuelva a la provincia de Santa Fe unos 86 mil millones de pesos que le sacó de la coparticipación y dio lugar a un reclamo de la citada provincia.
Soria deberá entender que la Justicia la manejan los jueces, y debería hacer algo de mea culpa cuando esa misma justicia sobresee a su, jefa.
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