VIOLENCIA EN ISIDRO CASANOVA: UN DIRECTIVO CERVECERO HERIDO

                 Firpo ensangrentado (foto María Eugenia Bertacchini).


 No la pasaron bien los directivos y allegados de Quilmes en ocasión del partido que jugaron ayer el Cervecero y Almirante Brown, en Isidro Casanova y que terminó igualado sin tantos. 

Después del partido -los quilmeños estaban en una pequeña tribuna en una esquina del estadio- hinchas locales comenzaron a arrojar piedras contra los visitantes. De resultas de esa agresión, el secretario de Comunicación del club, Raúl Firpo, debió ser atendido porque le abrieron la cabeza. Lo curó el médico del plantel, doctor Fabio Sánchez y ya publicó en las redes que está bien, recuperándose en su domicilio.

La foto que publica el espacio Centro Informativo Quilmes, en base a la crónica de Pablo Despos, con la excelente imagen María Eugenia Bertacchini, mueve y conmueve, y pone sobre el tapete lo que significa la violencia detrás del fútbol o a raíz de un partido de fútbol.

Para colmo hubo mucha bronca también de los visitantes por el increíble penal que el árbitro Fernando Echenique no sancionó por falta de Dattola a Mariano Pavone cuando faltaban pocos minutos para el final.

Ya había un tufillo preocupante cuando se conoció que el árbitro vivía a diez cuadras del estadio.

De todas maneras quizás lo que más llamó la atención fue el destrato del club local hacia el visitante.

El propio presidente de Brown, Maximiliano Levi, según cuenta Pablo Despos en su crónica en el espacio CIQ, dijo a sus pares de Quilmes que llegaron 60 directivos y allegados porque él lo quiso, porque "si hubiera querido que vinieran 20 iban a ser 20 los autorizadcos".

En el espacio CIQ también se acompaña un video con incidentes en la zona de los vestuarios.

El periodismo partidario Cervecero fue "alojado" en la tribuna de la esquina, y según dice Despos, se los animaba para que se metieran en ese lugar rápidamente.

Agrega que había un enorme operativo policial, de todas maneras sorprendió a todos que después del partido comenzaran a llover piedras sobre la tribuna donde estaban los quilmeños.

Los que en principio no sufrieron tanto este despropósito fueron los periodistas de radio, ubicados en las cabinas.

Un clima enrarecido que pone más condimento a estas fechas finales de la primera Nacional, con versiones, comentarios, sospechas, etcétera.

El diario Deportivo Olé publica que fue increíble también el penal que no dio el árbitro Andrés Merlos para Brown de Adrogué en su partido contra Barracas Central, el club del presidente de AFA, Chiqui Tapia.

Habrá que prepararse entonces para lo que viene, porque Quilmes ahora recibe a San Martín de Tucumán -si los tucumanos ganan hoy serán punteros junto a Almirante, y un punto abajo Quilmes- y también Almirante visita a Tigre, otro candidato (hoy en Mataderos enfrenta a Nueva Chicago).

Digamos que el otro postulante al lote de los cuatro, Agropecuario esta noche juega en Tucumán con San Martín y en la fecha siguiente el de Carlos Casares recibe a Belgrano de Córdoba, que ayer ganó y todavía sueña con clasificar.

Ojalá que no solo haya árbitros de primera en estos choques decisivos sino que también exista cordura y que todas las partes se comporten como corresponde y no se dejen llevar por la sinrazón.

EN ADROGUE

No solo hubo problemas arbitrales en Isidro Casanova, también ocurrió en Adrogué, donde Brown perdió 2 a 1 con el líder de la zona B, Barracas Central, el club del presidente de AFA, Chiqui Tapia.

Hubo un penal que el árbitro Andrés Merlos no cobró para el tricolor, sobre el final del primer tiempo, Hoy, por FM Q, el técnico del equipo de Adrogué, Pablo Vicó, mostró su indignación y reconoció que no es la primera vez que su equipo es perjudicado con estos fallos.

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