Lógicamente, deben darse dos resultados para soñar con ser finalista. Quilmes necesita ganarle el lunes a Belgrano en Córdoba y a su vez el partido entre San Martín en Tucumán y Tigre debe terminar empatado.
No será fácil la empresa pero tampoco imposible. Y con ese sueño se viene trabajando para llegar al lunes de última fecha, tras las elecciones generales.
Para este partido el técnico Facundo Sava tendrá la posibilidad de la vuelta de Camilo Machado, quien cumplió la fecha de suspensión por cinco amarillas.
No podrá estar en defensa Agustín García Basso por suspensión, por lo que se podría recurrir a Rodrigo Moreira en ese puesto y habrá que ver si el técnico insiste con Rafael Barrios por la derecha o prefiere la vuelta de Martín Ortega, reclamado por muchos, algo parecido a lo que sucede con Ramiro Arias, no por todos aprobado por su gestión en el lateral izquierdo (muchos piden en ese lugar al chico Agustín Bindella).
Después del partido con Belgrano, Quilmes sabrá su destino en el torneo, es decir, si va a jugar la final, en principio con Barracas Central, pero también pueden ser Ferro o Guemes.
O si tendrá que jugar el Reducido, y tendrá que eliminarse con alguno de los citados recién de la otra zona, a los que podría agregarse Morón.
De lograr saltar esta valla habrá una nueva eliminación y si sigue en carrera llegará a la gran final por otro ascenso.
¿Y EL CHAVO?
Una vez que concluya esta etapa, Quilmes tendrá que pensar en lo que viene, ya sea nuevamente en esta categoría o en primera. Todos los indicios hacen saber que a fin de año termina el contrato con el técnico Facundo Sava, quien no renovará y entonces habrá que buscar nuevo conductor.
Y entre los nombres que podrían barajarse por qué no poner en la lista al Chavo Leandro De Sábato, quien ha conformado su cuerpo técnico y está escuchando posibles ofertas.
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