Dicen los que saben que la expresión Viva la Pepa se origina en la sanción de la Constitución española o Constitución de Cádiz el 19 de marzo de 1812. Era el día de San José, y el término Pepe se refiere al propio José, en caso de la Constitución por ser femenino, sería Pepa.
Y el grito Viva La Pepa era para celebrar esa Carta Magna. Con el correr del tiempo la expresión fue derivando en otras, y lo que en principio fue celebración concluyó significando algo así como vale todo. O sea, se expresa el sentimiento de que no hay límites y se puede dejar de lado la norma para aceptar cualquier cosa.
Esa derivación de la expresión sirve para interpretar lo que pasó en el fútbol este fin de semana. Porque volvió el público a los estadios, algo bienvenida, pero se alertó que se controlaría que los que ingresen tengan al menos una dosis de vacuna contra el Covid y además se estableció un aforo del 50 por ciento.
No se respetó ese aforo, como se observó por ejemplo en cancha de River, con cerca de 54 mil espectadores cuando el límite era 37 mil. Lo mismo pasó en Avellaneda, cancha de Rácing y anteriormente en Belgrano de Córdoba con un estadio en el barrio Alberdi prácticamente colmado.
Dicen que hay una fiscalía investigando lo que pasó en River, donde también se detectó falsificación de entradas, hubo actas contra los trapitos y detenidos.
Lo cierto es que con las normas que se establecen a raíz de la pandemia la respuesta es hacer caso omiso y dar rienda suelta al vale todo, o Viva la Pepa.
El tiempo dirá si estas violaciones tendrán efecto en el futuro, en cuanto a contagios.
Aunque la realidad que es la única verdad dice que en la próvincia de Buenos Aires de un día para otro se abrió todo, o casi todo, porque todavía los jóvenes no tienen clases presenciales en las Universidades.
Comentarios