PATOLOGIAS OCULARES MAS FRECUENTES EN LA INFANCIA


 Seguimos con los capítulos de Mantenga sana su visión, la propuesta de la  Media Luna Oftamológica de los clubes de Leones.

Ahora se trata de hablar de los problemas oculares más frecuentes en la infancia.

Algunos de esos problemas más comunes son:

La ambliopía (ojo perezoso) consiste en tener una vista deficiente en un ojo aparentemente normal. El problema, cuando se trata de bebés o niños de corta edad, es que no son capaces de identificar por sí mismos que algo no va bien en su sistema visual. Eso obliga a los padres a permanecer atentos a cualquier situación que ofrezca una muestra clara de que los niños no ven correctamente.

Dos causas frecuentes de ambliopía son el estrabismo (bizquera) y una diferencia en el error de refracción entre ambos ojos. Si no se trata, la ambliopía puede ocasionar pérdidas de la visión irreversibles en el ojo afectado. La mejor edad parea tratar la ambliopía es lo antes posible, idealmente ante de que el niño cumpla 8 años.

El estrabismo puede aparecer por factores genéticos, falta de coordianción de los músculos oculares o incluso, trastornos de la tiroides. Es una alineación incorrecta de uno o ambos ojos en alguna de las posiciones de la mirada. Puede ser una desviación horizontal (hacia adentro o hacia afuera) o una desviación vertical (hacia arriba o hacia abajo). Si solo hay un ojo crónicamente desalineado, es posible que también se desarrolle una ambliopía en ese ojo. Si se dertecgta pronto se puede corregir cubriendo el ojo alineado, lo que obliga al ojo desalineado a funcionar con normalidad. Una operación o el uso de unos anteojos especiales, o ejercicios de rehabilitación visual también pueden ayudar a corregir la desalineación ocular.

El estrabismo afecta al 2% de la población, y el 2-3% de los niños desarrollará ambliopía si no se arbitran los medios para evitarla. Además, a partir de los 5-6 años de edad, las posibilidades de recuperación son muy escasas.

Los errores de refracción. En este tipo de errores, la forma del ojo no refracta la luz correctamente, de modo que las imágenes se perciben borrosas. Los errores de refracción también pueden provocar ambliopía. Los errores de refracción más comunes en los niños en edad escolar son la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo.

La miopía consiste en ver de forma deficiente los objetos distantes o lejanos y se suele tratar con anteojos o lentes de contacto graduados.

La hipermetropía consiste en ver de forma deficiente los objetos cercanos, y la borrosidad será mayor cuanto más cercano esté el objeto. Se suele tratar con anteojos o lentes de contacto graduados. En el caso de los niños, el defecto hipermetrópico puede ser compensado con su gran capacidad acomodativa, y pasar desapercibido o quedar parcialmente "enmascarado" si no se realiza la graduación correctamente, es decir, inhibiendo esa acomodación mediante gotas con acción ciclopégica  (gotas dilatadoras de la pupila).

El astigmatismo puede coexistir con los dos defectos refractivos anteriores, es una imperfección en la curvatura de la superficie exterior del ojo. Los rayos de luz se enfocarán en dos planos diferentes: por delante, a la altura, o por detrás de la retina, dependiendo generalmente de la curvatura corneal. La borrosidad de las imágenes surge en visión próxima y lejana. Se suele tratar con anteojos. 

Es importante detectar estos defectos de refracción precozmente, ya que pueden conllevar un bajo rendimiento escolar. Deben ser corregidos con anteojos o lentes de contacto en un primer momento, y cuando el oftalmólogo compruebe que están estabilizados, y el paciente lo desee, podrá valorarse una cirugía refractiva.

Como siempre se recomienda, esta información de modo alguno sustituye a un servicio de atención médica directa, y tampoco debe utilizarse para establecer un diagnóstico o elegir un tratamiento.

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