La película se llama "Bandido" y será exhibida desde el jueves en el espacio INCAA Quilmes, Mitre 721.
Las funciones serán este jueves a las 20, el domingo 19 a las 18, el lunes 20 a las 18 y el martes 21 de setiembre a las 16.
El protagonista es el actor uruguayo Osvaldo Laport. La película cuenta la historia de Roberto "Bandido" Benítez, cantante de música popular que entra en crisis con su carrera y al tiempo que prepara su despedida con un último disco, es víctima de un robo. Ese suceso lo lleva a reencontrarse con un amigo del pasado y con un reclamo social, hechos que le permitirán recuperar la pasión para volver a cantar.
La trama "se sumerge en las entrañas del dolor para salir a la superficie y volver a respirar. Es un relato que busca reflexionar sobre la idea de que cada uno de nosotros tenemos la posibilidad de elegir".
Es un largometraje del cineasta cordobés Luciano Juncos, que fue estrenado en marzo de este año en el festival internacional de cine independiente de Buenos Airs (Bafici).
En una nota con la agencia oficial Telam, el director Juncos dice que el disparador de la historia es el ocaso. "Tanto a Renzo Felippa -coguionista- como a mí, siempre nos sedujeron aquellos momentos donde las luces se apagan. Esos personajes que caminan entre sus propios fantasmas y viciados de una vida agotada. Todo comenzó con esa idea de realizar el recorte en la vida de un personaje, que luego de obtener todo se encuentra atrapado en un laberinto sin salida.
Sobre el músico Roberto "Bandido" Benítez, el personaje de Laport, sostiene que "es un artista que no pasa desapercibido. Es aquel músico con el que muchas parejas se conocieron en los 80 y cuyas canciones se eternizaron en las radios. Un romántico confeso, que no acepta los mandatos de la modernidad y se niega a traicionar su estilo. Es por eso que a medida que su público envejece sus fronteras se estrechan. Roberto se convirtió en un músico de teatros y salones, de grandes éxitos, de saco y camisa. Y aunque podría retirarse y vivir de las regalías, un compromiso lo lleva a otro, atrapándolo en un interminable laberinto de producción que lo asfixia",
Comenta asimismo que el reencuentro con un antiguo músico de su banda, le sacude los cimientos. "Aquel viejo amigo se levanta como la antítesis de la vida de Bandido. No tiene fama, no tiene dinero, pero vive satisfecho y la música no es su sustento económico, la hace solo por pasión. Ambos representan dos caminos distintos que trajo el devenir, cada uno eligió y obtuvo lo que cosechó. Lo interesante del encuentro es que se dan cuenta que aquella conexión es beneficiosa para dos mundos distintos. La salida de su zona de confort le brinda a Bandido una posibilidad de cambio, una fractura en su vida que le permitió traspasar las fronteras.
Más adelante dijo Juncos que "cuando Roberto Benítez encuentra motivos para expresarse, su carrera ya no importa. Lo único que quiere es cantar. De hecho, para poder decidir libremente debe poner en jaque todo aquello que construyó por años. Los cimientos de su carrera, al menos como los conocía hastra el momenteo, se verán fisurados y al borde del abismo".
El director reconoce que también la película incursiona en los problema sociales, porque el protagonista acude a un barrio que está luchando para que no coloquen una antena de telefonía en zonas urbanas. "Eso es algo muy habitual hoy en día y muchas veces son luchas desiguales, donde la fuerza de la gente no se equipara con el peso de las grandes corporaciones".
Junto a Osvaldo Laport actúan Juan Manuel Lara, Hernán Alvarellos, Victoria Ríos, Magdalena Combed, Juan de Battisti y Maico Pradal.
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