Al caer la noche las informaciones que se manejan a nivel institucional dicen que el presidente de la Nación está dispuesto a defender a sus ministros y a su jefe de gabinete, frente a la arremetida de la Cámpora y de su polémica social del poder, CFK.
Alberto Fernández deberá decidir los pasos a seguir ante la crisis institucional y tomar medidas en cuanto a los ministros que pusieron a consideración la renuncia, en todos los casos ligados al cristinismo.
Las versiones hablan de un Alberto dispuesto a mostrarse fuerte y con la decisión de no dar el brazo a torcer.
Sergio Massa, que estuvo en Casa de Gobierno, quiso mediar en el conflicto entre el presidente y la vice, pero aparemente su gestión fue en vano.
Se viene un jueves especial, incluso con una marcha prevista para la tarde a Plaza de Mayo para respaldar al presidente. Quizás alguien no se acuerde pero coincide con aquel lamentable episodio del que mañana se cumplen 66 años: el luctuoso derrocamiento del gobierno del general Perón un triste 16 de setiembre de 1955. Tres meses antes había habido otro hecho repudiable como fue el bombardeo a plaza de Mayo, con muchos muertos.
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