EL RECUERDO DE MONSEÑOR ENRIQUE ANGELELLI, ASESINADO EN LA RIOJA




 Por Eduardo Menescaldi 

Se cumplen hoy 45 años del asesinato del obispo de La Rioja, monseñor Enrique Angelelli. Era conocido cariñosamente como El Pelado. Su acción pastoral determinó la reacción de la dictadura que lo condenó a muerte.

Angelelli nació el 17 de julio de 1923. Fue ordenado sacerdote en 1949 en Roma y fue designado obispo auxiliar de Córdoba en 1960 y de La Rioja en 1968 por el papa Paulo VI.

Participó de las sesiones del Concilio Vaticano II (1964/1965)

En tiempos de la dictadura militar, mientras investigaba las muertes de dos sacerdotes en esa provincia -Carlos de Dios Murias y Gabriel Longeville- el prelado fallecía en un presunto accidente automovilístico cuando volvía de Chamical. El hecho ocurrió en Punta de los Llanos.

Según la dictadura fue el reventón de un neumático el que ocasionó la muerte del obispo. Sin embargo, la historia y la investigación demostró que fue un atentado porque Angelelli, el obispo que representaba la voz de los sin voz, molestaba al gobierno militar.

Desplegaba una intensa acción junto a los campesinos y ruralistas riojanos.

Le decían el "obispo rojo" e incluso en el libro Su sangre en el lodo, Oscar Campana expresa palabras de quien fue ministro de Economía de Carlos Menem, Antonio Ernan González, quien dijo en julio de 1976 se escuchó que Angelelli era un obispo rojo y que estaba al caer.

Por este asesinato, fueron condenados el comodoro Luis Fernando Estrella y el general Luciano Benjamín Menéndez, tras un intensa y depurada investigación.

El martirio de monseñor Angelelli determinó que fuera postulado a la santificación y beatificación, junto a los otros mártires de La Rioja, los citados sacerdotes Murias y Longeville y el laico Wenceslao Pedernera (asesinado en su casa frente a su familia).

El 4 de agosto de 2014 el Tribunal Oral Federal de La Rioja condenó a los militares Luciano Benjamín Menéndez y Luis Fernando Estrella como autores intelectuales del asesinato del obispo.

En el proceso de beatificación, que se sustanció en el Vaticano, tuvo especial participación el quilmeño Marcelo Colombo, quien fue obispo de Orán y La Rioja y actualmente es arzobispo de Mendoza.

Colombo, que es abogado, inició su carrera sacerdotal en la parroquia de la Inmaculada Concepción, de la catedral de Quilmes.

Monseñor Colombo se encargó de recoger información, sortear obstáculos y la resistencia de instituciones para animar el proceso vaticano que culminó con la declaración martirial.

Fue también fundamental la gestión del Papa Francisco, quien reconoció el martirio del obispo Angelelli y sus compañeros y tomó la decisión de beatificarlos como ejemplo de vida para la Iglesia y la sociedad.

MERCURIO Y ASFALTO

El autor de esta nota, junto a su amigo, el padre Pablo Laguna Llano, estuvimos en La Rioja meses tiempo antes de que fuera asesinado Angelelli, donde se pudo advertir lo que molestaba el prelado.

En nota que se realizó a Angelelli, que publicó el periódico América, de Bánfield, cuando le dijimos que llegábamos de Buenos Aires, con ironía el prelado manifestó una frase que quedó como título del reporte.

"Ustedes, los porteños, tienen luz de mercurio en los ojos y asfalto en el corazón"....

DIA DEL PARROCO

Curiosas coincidencias. Pero hoy, 4 de agosto, la Iglesia celebra el día del sacerdote, en homenaje al santo cura de Ars, San Juan Maria Vianney. Y otra curiosidad: Pablo Laguna fue párroco de la iglesia San Juan María Vianney, de Monte Chingolo, partido de Lanús.

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