Un nuevo capítulo de la serie del Club de Leones, Mantenga sana la visión, Media Luna Ofatlmológica. En este aso, el sistema visual del niño, cómo es y cómo evoluciona.
El recién nacido tiene todas las estructuras del ojo necesarias para poder ver, pero tiene que aprender a utilizarlas, ya que su visión comienza a desarrollarse a partir del nacimienteo.
Aprender a ver, para los bebés, significa adquirir importantes destrezas, tales como enfocar los objetos que se les presentan a cortas distancisa, utilizar ambos ojos de manera coordinada y eficaz, reconocer profundidades o calcular cuán lejos o cerca están los objetos que mira, y desarrollar la coordinación entre los ojos y las manos y el cuerpo.
La agudeza visual, al nacer, es prácticamente nula. Aunque la madurez completa del sistema visual no se alcanza hasta los 9 años, la evolución más significativa se produce entre los dos y tres meses, por lo que es muy importante realizar a esa edad una evaluación clínica de la visión.
El recién nacido tiene una visión muy limitada. A 20/30 centímetros ve claramente. Percibe en blanco y negro, y las sombras en gris.
En las primeras semanas el bebé solo distingue lo claro de lo oscuro y percibe vagamente las siluetas y las sombras en gris.
El niño de un mes ya mira los puntos luminosos y colores que se hallan a unos 20 centímetros.
A los dos y tres meses ya sonríe y descubre los colores (el rojo y blanco preferentemente). A esta edad empieza a seguir con sus ojos objetos en movimiento, aunque lo hace moviendo también la cabeza.
A los cuatro meses aprende a mover los ojos con independencia de la cabeza y va desarrollando destrezas de movimientos sacádicos y de coordinación de ambos ojos, con una perfecta percepción de los colores, diferenciando el rojo, el azul, el amarillo y el verde.
A los seis meses ya utiliza ambos ojos de manera coordinada y deja de cruzarlos. La coordinación de los ojos con las manos ya está completamente desarrollada, lo que significa que ya puede calcular a qué distancia se encuentra cada objeto en el espacio. La agudeza visual a los seis meses es del 100%.
Al año, la coordinación entre los ojos y las manos y el cuerpo les permite agarrar y lanzar objetos con cierta eficacia. También ha desarrollado ciertas destrezas que le permiten comprender su mundo espacial, como la memoria visual y la discriminación visual. Todos los movimientos de su cuerpo son dirigidos y coordinados por su visión.
En cuanto al color de los ojos, a los cinco o seis meses, o en ocasiones antes, ya es posible observar la pigmentación real de sus ojos.
A partir de los tres años, el niño debe ser evaluado, además de su médico pediatra, por su médico oftalmólogo.
En la edad preescolar es importante evaluar su sistema visual puesto que continúa desarrollándose la coordinación ojo-mano-cuerpo; la coordinación de ambos y la percepción en profundidad o visión en relieve.
También es importante la lectura puesto que ayuda a mejorar las destrezas de visualización.
Los padres no deben olvidar que a partir del año la visión de su hijo sigue desarrollándose hasta que el sistema visual alcanza su madurez, que ocurre alrededor de los 9 años de edad.
Como siempre se aclara toda esta información no puede en modo alguno sustituir a un servicio de atención médica directa, así como tampoco debe utilizarse con el fin de establecer un diagnóstico o elegir un tratamiento.
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