Se quebró abruptamente una relación que parecía irrompible. Lionel Messi dejó el Barcelona después de dieciséis años de integrar su plantel superior y convertirse en la joya del equipo catalán.
Las partes informaron la cuestión y lamentaron el final. De todas maneras hay deseos del club de buena fortuna para el futuro del futbolista. Hasta la FIFA se involucró en una noticia que recorrió todo el mundo y fue difundida en todos los idiomas.
Mientras se especula con el futuro de Lionel -los que saben dicen que París con el Saint Germain podría ser el destino- en todos los medios se analiza la cuestión como si hubiera una cadena mundial con la decisión de un futbolista.
Messi deshoja la margarita, analiza su futuro y evalúa las ofertas. Con todo el folklore que la decisión amerita, en las redes se puede disfrutar con ironía los aficionados que se animan a publicar fotos del delantero con la camiseta de su club preferido (Newell´s, River, Boca, etcétera).
Cuando pase todo este tsunami, porque sorprendió a todos, propios y extraños, porque hasta ayer se decía que la fija era la continuidad, se podrá analizar el tema Messi y quedará picando esta pregunta que puede tener o no respuesta: ¿puede un futbolista, en medio de una pandemia universal, concentrar todo el interés en un mundo donde la pobreza, la desocupación, la intolerancia, la autocracia, el misogismo, la esclavitud ... deambulan por doquier?
PD: El 9 de agosto cierra en Inglaterra el libro de pases; en Francia es el 2 de setiembre.
Diferencias: en el Manchester United, el Kun Aguero cobraba en bruto 22 millones de euros, en el Barcelona va a percibir 6 millones.
Redujo sus pretensiones para jugar al lado de Messi en el Barcelona... ¿Y ahora Lionel se va? (Info: El periodista Rifle Varela).
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