Mientras una publicidad oficial asegura que las vacunas no vencen y destaca que el hecho de tener una dosis es fundamental, el ministro de Salud de la Ciudad, Fernán Quirós, aclaró que es cierto que la primera dosis es fundamental para evitar males mayores, teniendo en cuenta la llegada de nuevas variantes, entre ellas Delta, hecen necesario que la gente se apliquen las dos dosis para tener la gran seguridad.
Así las cosas dicen que la variante Delta llegaría al país en buena medida hacia fines de mes, lo que obliga apurar la vacunación de las personas con la segunda dosis.
La realidad, que es la única verdad, es que hoy las cifras de contagios y muertos mueven y conmueve. Porque el país ya está casi con el horrible número de 96 muertos, lo que significa que a mediados de julio se rozaría el terrorífico número 100 mil que tanto esquivó el gobierno de Alberto Fernández, justificando que prefería que se redujera la cifra de fallecidos por más que creciera un diez por ciento el nivel de pobreza.
La urgencia de resultados llevó en estos días a generar en el gobierno un cambio radical en las decisiones. Porque mientras desde el Congreso el oficialismo se oponía a la propuesta de la oposición para borrar la palabra "negligencia" de la ley de vacunas, barrera que impidió la llegada de las vacunas Pfizer, Moderna y Johnson, horas después el presidente sacó un nuevo DNU, en el que, sorpresivamente, decidió borrar esa palabra y aceptar que lleguen esas vacunas. O sea, se entendió que había que usar el pragmatismo, por más que la realidad mostraba que si se hubiera hecho mucho antes -desde noviembre pasado estaba la posibilidad- se hubiesen evitado miles de casos de contagios y de muertos.
Evidentemente, el primer magistrado puso la atención en lo que marcan las encuestas en un año electoral. Por eso, tampoco extraña que el gobierno siga siendo cada vez más complaciente, y anuncie un plan económico de emergencia con una serie de medidas que signifiquen que haya dinero para la gente, para que como contrapartida "pague" con el voto.
Mientras esto ocurre, sigue la medida de postergar el retorno de los argentinos "varados" en el exterior. Hasta el plantel de River, que está realizando la pretemporada en Estados Unidos, parece que tendrá que cumplir los protocolos, o sea, por tener un charter ya contrato, al regreso debería cumplir el confinamiento, lo que le complicaría el cumplimiento de compromisos de Copa Libertadores.
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