MANTENGA SANA SU VISION: LA IMPORTANCIA DE LOS OJOS


 En el marco del programa Mantenga sana su visión, del club de Leones, un nuevo capítulo de la Media Luna Ofalmológica se ocupa en esta primera parte de los ojos.

Con tan solo una mirada, nuestros ojos colaboran con nuestros cerebros para indicarnos el tamaño, la forma, el color y la textura de un objeto. Indican cuán cerca está, si está quieto o se nos está acercando y cuán de prisa se está moviendo.

Los ojos trabajan desde el momento en que nos levantamos hasta que se los cierra para ir a dormir. Reciben toneladas de información sobre el mundo que rodea al ser humano, formas, colores, movimientos y mucho más.

Envían información al cerebro para que la procese y pueda saber qué ocurre fuera del cuerpo.

El ojo tiene aproximadamente el tamaño y la forma de una pelota de tenis de mesa, y solo una parte es visible en la cara de una persona. Todas sus partes son extremadamente delicadas, y el cuerpo tiene varias formas de protegerlas.

El globo ocular se asienta en la cuenca del ojo (también llamada órbita) dentro del cráneo, donde está rodeado de hueso. La parte visible del ojo está protegida por los párpados y las pestañas.

Las pestañas trabajan junto con los párpados para filtrar y mantener el polvo, la suciedad, la luz fuerte y otros elementos no deseados fuera de los ojos.

El párpado protege la parte delantera del ojo, se abre y se cierra varias veces por minuto y esto permite mantener el ojo limpio y húmedo. Ese movimiento recibe el nombre de parpadeo y es tanto voluntario como involuntario.

Los párpados tienen muy buenos reflejos. Por ejemplo, cuando hay luz muy brillante, los párpados se cierran para proteger los ojos hasta que se adapten al brillo de la luz. Y si un objeto se acerca demasiado a los ojos, los párpados se cierran automáticamente para protegerlos de un posible peligro.

Cada vez que se parpadea, los párpados extienden una capa de mucosidad, aceite y lágrimas por toda la córnea, que cubre la parte anterior del ojo. Las glándulas lagrimales, situadas en la esquina superior externa de cada cuenca ocular, fabrican lágrimas que, después de humedecer los ojos, fluyen hacia los conductos de los párpados. Estos conductos drenan el saco lagrimal, una bolsita situada en la esquina inferior interna de cada cuenca ocular. Después, las lágrimas salen del ojo a través de un conducto que llega hasta la nariz.

Las lágrimas también ayudan a eliminar la suciedad, el polvo y otros agentes irritantes que traspasan la línea de defensa de las pestañas y los párpados, y a proteger los ojos de las infecciones.

Para poder ver, el ojo se tiene que mover. Hay seis músculos extra oculares que rodean el globo ocular y que actúan como los hilos de una marioneta, moviendo al ojo en distintas direcciones. Los músculos de cada ojo normalmente se mueven al mismo tiempo, lo que permite que ambos ojos permanezcan bien alineados.

Como siempre se dice esta información no puede en modo alguno sustituir al servicio de atención médica directa, y tampoco debe utilizarse para establecer un diagnóstico o elegir un tratamiento.

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