A priori se supone que los grandes tienen todas las posibilidades de ganar, gustar y golear, sobre todo cuando enfrente hay chicos, no profesionales en su mayoría, que vienen de jugar un partido de reserva un día, uno ante el mismo rival pero con plantel de primera y tres días después ante un grande con profesionales como San Lorenzo.
Boquita, nunca mejor puesto el nombre, vuelve a jugar con los chicos esta noche a las 21 frente al de Boedo, por la Liga Profesional.
Boca quiso aplazar el encuentro para mañana, cuando ya tenga la posibilidad de jugar con profesionales, pero la Liga no autorizó y entonces hay que hacer frente al compromiso con lo que hay. Los antecedentes son buenos -el empate con Bánfield con mucho esfuerzo- pero la gran duda es si los chicos podrán aguantar y repetir lo de la fecha anterior.
Boca y San Lorenzo también juegan con elementos políticos alrededor, por la pelea entre el vicepresidente de Boca, Juan Román Riquelme, y el ex titular de San Lorenzo y hoy presidente de la Liga, el mediático Marcelo Tinelli. El resultado podrá agrandar a uno o a otro, la realidad es que la política envuelve un encuentro entre fuerzas dispares.
Pero no es el único partido de la fecha: a las 16.30, juegan Huracán-Colón y a las 18.45, en Mar del Plata, Aldosivi recibe a Rácing, cuyo técnico Pizzi está en la cuerda floja (se huele a "serrucho" con la eventual llegada del "Gringo" Heinze).
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