Según cuentan en 1840, Domingo Faustino Sarmiento, cuando viajaba a Chile para el exilio pasó por Zonda y en una roca le escribió a los que lo perseguían por sus ideas la famosa frase: Las ideas no se matan. En realidad esa frase la escribió en francés: On ne tue points les idees.
Esta expresión francesa se le adjudica al conde de Volny, Constantine Francois Chassebouef, durante los tiempos de la revolución francesa.
Este introito es válido para llevarlo a nuestros tiempos y a nuestro país y hacer la pregunta que por ahora no tiene respuesta: ¿dónde están las ideas?
Se acercan las PASO (Primarias Simultáneas y Obligatorias) y conviene poner el acento entre los principales candidatos a estos comicios legislativos, para preguntar qué ideas tienen si llegan a los cuerpos.
Porque un país que necesita como nunca ideas todavía no logra encontrar en sus candidatos esta cuestión.
El pueblo, que quiere saber de qué se trata como en 1810, quiere que le digan qué se va a hacer en materia económica, social, política, etcétera, con temas como educación, seguridad, justicia, ocupación, empleo, etcétera.
Hoy manifestantes estuvieron enfrentándose con policías y ante los periodistas sintetizaban un reclamo: Queremos trabajo.
Precisamente, estos candidatos tendrán que responder a la ciudadanía cómo van a hacer para que este reclamo tenga respuesta, en un país donde hay 141 planes sociales diferentes, con un manual de 150 páginas que pretende explicar cada uno de esos planes, cómo hay que hacer para recibirlo.
Ojalá haya algún candidato que con una mano en el corazón haga algo de mea culpa, reconozca los errores como oficialismo u oposición, e intente explicar el mejor camino para salir de tanta medicridad.
Los más de 105 mil muertos, que sin duda cuestionan a toda una dirigencia, son un motivo más que suficiente y necesario para reconocer que se ha equivocado el camino, se politizó la pandemia, se postergó el tema de las vacunaciones por cuestiones ideológicas y demás, en fin, el señor ejemplo que es el mejor representante que podemos tener en una sociedad que se precie de ser coherente, tiene que aparecer corporizado en algún candidato que de una vez por todas se haga cargo y busque la mejor manera de construir un país que merezca ser vivido.
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