Ante la precandidatura de Daniel Arroyo a una diputación nacional, se conoció que el intendente de Hurlingham, Juan Zavaleta (foto), será el nuevo ministro de Desarrollo Social de la Nación.
La información la dio el mismo presidente de la Nación desde Perú -donde concurrió a la asunción del nuevo primer magistrado del país hermano, Pedro Castillo, en coincidencia con el bicentenario de la independencia del país incaico- que ante una pregunta dijo que su política es que los precandidatos a las próximas elecciones que estén ocupando cargos en el gobierno no deberán seguir manteniendo su lugar.
Agreguemos que Juan Zavaleta fue convencido de no presentarse en las próximas elecciones, cuando insistía en ser precandidato a concejal (su mandato en la intendencia vence a fin de año y no puede ser reelecto).
El otro caso que suena es el del ministro de Defensa de la Nación, el santafesino Rossi, quien sigue postulándose para un cargo de senador, a pesar de que desde el gobierno nacional se le pidió encarecidamente que deje la propuesta. Alberto Fernández dijo también en Perú que en la lista de los ministros que deberán dejar su cargo se encuentra Agustín Rossi.
KREPLAK POR GOLLAN
En la provincia de Buenos Aires fue despedido en su cargo el ministro de Salud, Daniel Gollán, porque es precandidato a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires y su lugar lo ocupará el actual viceministro, Nicolás Kreplak.
Lo curioso de esta despedida -hay un video que lo ratifica- es que en esta despedida hubo mucha gente, dejando de lado los reclamos de cumplimiento de los protocolos por la pandemia y el confinamiento.
Y algo parecido ocurrió en Formosa, y un video lo corrobora: el polémico gobernador, Gildo Insfrán, le habla a la militancia ante una multitud, dejando de lado todos los procolos en una provincia que fue noticia por el destrato a los que llegaban en tiempos de pandemia, con una rigurosa actitud de no dejar ingresar a los que esperaban en las entradas.
"HASTA LAS MANOS"
Como si lo que se comentó no alcanzara, sorprendieron las declaraciones del ministro de Justicia, Martín Soria, quien señaló que los acusados de enviar municiones a Bolivia, eventualmente para apoyar un golpe de Estado, a su entender, contra Evo Morales, tendrían que buscarse un buen abogado porque "están hasta las manos".
Curiosa y preocupante expresión de un funcionario, que debiera tener la templanza de la justicia y que aparece desafiante desde un puesto de gobierno. Lo problemático es que se comprobó que el actual presidente de la Nación en dos oportunidades ratificó el convenio de envío de armas y gendarmes al país del Altiplano. Habría que preguntarle al ministro qué va a decir con respecto a su principal jefe. En fin...
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