Este 7 de julio se cumplieron cinco años del fallecimiento del autor quilmeño Plácido Donato, para todos TITO, uno de los grandes de la literatura argentina, que combinaba su talento de la pluma con su gestión de policía, entidad en la que llegó a comisario y en la que desplegó una gran tarea.
Tito Donato había nacido en Quilmes el 5 de julio de 1934 y desde chico mostró su vocación literaria, su pasión por la escritura.
Siempre recordó que sorprendió a maestros, padres y compañeros con una composición sobre el significado de la poesía.
Incluso contaba con ironía que la maestra citó sus padres porque le sorprendía el tema elegido. En aquellas viejas composiciones que se hacían en la primaria y se elegía un tema, como la maestra, la vaca, la ciudad, etcétera, ese chico se lucía definiendo la poesía.
La labor literaria la empalmó con su profesión de policía. En 1953 ingresó como cadete en la Escuela de Policía. Allí -lo contaba Plácido- encontró "un mundo alucinante, nada presagiado, definitorio, en relación con los demás y la literatura".
Desplegó una exitosa e intensa carrera policial, llegando a comisario. Incluso ensambló las dos actividades, dirigiendo la revista Mundo Policial y fue autor de los inolvidables ciclos Jaque a la policía, difundido por más de una década por Radio Nacional.
Escribió numerosos guiones de radio, televisión y cine, así como cuentos y varias obras teatrales e incursionó en la poesía.
En algún tiempo tuvo que usar seudónimo para oficiar de autor, por ejemplo de revistas de historietas y de ilustraciones como la editorial Quinterno (con los personajes de Nipur de Lagach, la saga Patoruzú, etcétera).
Como autor ocupó cargos en Agentores, la entidad que agrupa a los autores, y llegó a ser vicepresidente durante los mandatos de Alberto Migré y de otro Tito, Roberto Cossa.
Recibió el premio Cervantes de la Asociación Española de Quilmes en 2007 y también fue declarado ciudadano ilustre de Quilmes en 2009, también el premio Alberto Olmedo, de la Confederación de Sindical de Trabajadores de los Medios de Comunicación Social de la Argentina (COSITMECOS).
Como periodista trabajó cuando era adolescente en el diario El Sol de Quilmes y años más tarde se destacó por sus notas, bajo el título de Crónicas sobre el asfalto, contando historias del barrio La Colonia, donde vivió muchos años -en la casa de San Luis entre Torcuato de Alvear y Larrea-, e incluso recordaba la famosa laguna que estaba a mediados del siglo pasado más allá de la calle Andrés Baranda.
DIVISION HOMICIDIOS
Uno de los grandes éxitos televisivos de Donato fue la serie División Homicidios, con el protagonismo de José Slavin como el inspector Baigorri. La acción transcurría en la década de 1930.
En un principio los autores eran Marco Denevi y Plácido Donato. Tito aportaba las crónicas policiales y Marco escribía los libretos. Pero cuando Denevi se cansó del ritmo de producción, fue reemplazado por María Angélica Bosco y el propio Donato.
Más adelante también colaboraron a escondidas dramaturgos prohibidos por la dictadura militar del golpe de estado de 1976, como Ricardo Halac, Roberto Cossa y Osvaldo Dragún.
El programa División Homicidios alcanzó ratings enormes en el Canal 9. José Slavin fue el protagonista y cuando falleció a fines de 1977 su lugar lo ocupó Ignacio Quirós.
Otros ciclos de Donato como autor fueron Libertad Condicionada, con Camila Perissé y Jaque al delito, con María Aurelia Bisutti, Leonor Benedetto, Leonor Manso, Osvaldo Terranova, Alberto Argibay, Pepe Novoa y Claudio Levrino.
En 1988 junto al periodista Carlos Alberto Aguilar escribió Donato el guión del telefilme policial Brigada Fuego, también llamado Misión Comando, con Rodolfo Bebán, Arturo Maly, Juan Carlos Dual, Selva Alemán y Marita Ballesteros
EL HOMBRE QUE ...
Otro programa que lo tuvo como autor, cuando Marta Reguera lo dejó, fue el exitoso El hombre que volvió de la muerte, con Narciso Ibañez Menta y el personaje inolvidable de Ever Van Hest. Inclusivo siempre contó Tito que el propio Narciso le regaló esa mítica máscara que lucía el protagonista.
TELEVISION
Sería largo enumerar los programa de televisión que tuvieron a Plácido Donato como autor. Además de los citados División Homicidios, Libertad condicionada, El hombre que volvió de la muerte, vale citar a Esta puede ser su historia, Vivir es maravilloso, Buenos Aires ... Mi ciudad..., El francotirador, Quién es el asesino, Veredicto final...
En películas, mencionamos Las esclavas, Contragolpe, Brigada fuego...
También incursionó en radio y en radioteatro, en radio Nacional, con el histórico Las dos carátulas y la supervisión de Nora Massi.
Alguna vez en el mágico estudio mayor de Maipu 555 presentó Historia del cementerio olvidado, con un importante elenco, donde hacía su presentación la hija del autor de La fiaca, Ricardo Talesnik.
UNA POESIA
Para cerrar este homenaje a Plácido, vale recurrir a una de sus obras, Pasaje a Picasso, donde pone en poesía las famosos óleos del pintor catalán.
En este caso Muchacha ante el espejo: "La nevisca pega contra la ventanilla del vagón.
Un relámpago
sobresalta mis grises pesadillas.
El tren avanza con
letanías sobre vías chillonas...
Si tuviese todavía
la costumbre
aquella de
fumar mi pipa,
la pondría en mis labios,
mordería su madera
y avanzaría hacia
el espejo
donde ella se refleja.
Pero solo se levanta
del asiento la sombra
y ya está metiéndose
en la bruma
de aquel París,
aquel París
en Lafayette,
cuando la encontraron
tus pinceles, Pablo,
y le pediste
el azúcar de
su primavera
para que posara
y aliviara el infierno
de tu piel.
Marie, Marie...
susurran las ruedas
sobre los durmientes
y el acero.
Marie... Marie...
ha quedado el eco
del encuentro.
"Me llamo Picasso,
me gustaría pintarla"
y allí empezó
el misterio más intenso
-el enigma-
donde se unieron
otoño y primavera
y nació el fuego
más caliente de tu vida,
ese fuego
que quemó sus telas
de frescas gotas
azules de rocío.
Y allí en el espejo
desdibujada
en malabares
de tu estilo
en la búsqueda
incesante de
tu amor, el universo,
quedó para siempre,
Marie,
tocando
con su mano
el sueño
reflejado
en el vidrio
donde los colores
vivos
y los contrastes
intensos
hacen la sutil
diferencia de
dos mundos
que confrontan.
La interior
serenidad, la sensualidad atemporal.
infantil, intensa
y el mundo
real
que mata fantasías
e ilusiones.
Aquella tarde,
frente a los viejos almacenes de Lafayette,
nació un amor distinto
en la tempestad de sus pasiones
y que ella llevará,
por siempre de los siempre,
en sus redondeadas formas,
en la belleza y armonía de tus trazos,
en sintonías arabescas
de colores,
en tus pinceladas
uniendo lo carnal con la ternura,
en cada cosa donde tú la descubras y ella
vuele sobre el universo de tu arte".
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