Los incidentes ocurridos anoche en Brasil con el plantel de Boca Juniors y la seguridad local remiten a otro hecho que vivió el plantel de Quilmes aquel 13 de abril de 2005.
El Cervecero jugaba con San Pablo y el defensor Chavo Desábato fue detenido, acusado de racismo por el futbolista Grafitte, quien aseguró que le había dicho Negro de m... y macaco.
Por esa denuncia el Chavo estuvo 40 horas detenidos, el plantel Cervecero se quedó en Brasil a la espera de la liberación y recién así todos pudieron volver al país. Aquí debieron hacer pesar su influencia el entonces presidente de Quilmes, doctor José Luis Meiszner y el consulado.
Ese equipo era dirigido por Gustavo Alfaro y había clasificado para la Libertadores después de sumar en el torneo de primera 60 puntos, con una gran campaña.
Finalmente el jugador brasileño no insistió en la denuncia -tenía tiempo hasta setiembre- y aseguró que con todo lo que había vivido el Chavo había pagado su exabrupto.
Lo que está viviendo Boca en Brasil remite a aquel episodio,más allá de las diferencias y también hacer recordar a lo que padeció Tigre también por Copa Libertadores.
Volviendo a ese Quilmes, regresó al país y debía jugar con River por el torneo local. Se pidio postergación, el Millonario no quiso, se jugó el encuentro y goleó el equipo de Nu,ñez.
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