Una persona que había viajado a Lima, Perú, regresó a su provincia, Córdoba, y se constató que había contraído la variante Delta del Covid 19. Ahora se conoció que contagió a otras 13 personas más, lo que obliga a las autoridades a tomar las medidas del caso para hallar algún otro contacto directo. En principio el hisopado que se realizó a la vuelta del viaje al país incaico dio negativo, y ahora apareció esta novedad que altera la cuestión y pone sobre el tapete esta variante que ya comienza a aparecer en el país.
Este dato, que sin duda provoca preocupación, sirve para apelar más que nunca a la responsabilidad ciudadana, hacer crecer los testeos y aumentar el ritmo de vacunación.
Resulta curioso saber que actualmente hay alreddor de 11 millones de vacunas en la Argentina, que todavía no fueron inoculadas.
No hay explicación para que la vacunacións sea tan lenta, máxime en estos tiempos en que parece que el clima preelectoral abre las compuertas de las restricciones que hasta no hace mucho eran mucho más estrictas, sobre todo en la provincia de Buenos Aires.
Habrá que imaginar que no hay detrás de esta política de vacunación, con cierta cuota de politización, una intención de acelerar las aplicaciones cuando las PASO estén mucho más cerca. Sería lamentable y mostraría un rostro indeseable de una vacunación necesaria para reducir los casos de contagios y fallecidos, cifras enormes en nuestro país, con el dolor de lo que significan más de 105 mil argentinos que murieron en estos tiempos por estos motivos, y cerca de los 5 millones de contagios.
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