CORONAVIRUS: CON LOS 614 MUERTOS, SE PASO LA BARRERA DE LOS CIEN MIL


 Y llegó nomás el día menos pensado, porque con los 614 muertos que se conocieron hoy la cifra de fallecidos por Coronavirus en la Argentina supero el horrible número de los 100 mil. Se llegó a 100.250.

Y queda picando como dato aquella expresión que meses atrás el presidente Alberto Fernández le confesaba al director propietario de la Editorial Perfil, Jorge Fontevecchia, cuando decía que si se llegaba a los 40 mil muertos le iba a doler la cabeza pero que si la cifra ascendía a los 100 mil entonces sí no iba a poder dormir nunca más.

Fernández justificaba de esa forma el hecho del gobierno de haber decidido elegir la salud por encima de la economía en materia de inclinarse por uno de los dos sectores. Así, Fernández, agregaba que prefería un 10 por ciento más de pobres antes que 100 mil muertos...

Y los 100 mil llegaron y se superaron en este miércoles 14 de julio. 

Sería el momento ideal para que el presidente, en un acto de grandeza, tomara la cadena nacional, se dirigiera al pueblo argentino y le pidiera perdón a las cien familias que hoy sufren la ausencia de seres queridos.

El presidente, en cambio, prefiere reunir "a su gente", hablarle de la migaja -bono de 5000 pesos- que se le dio a los jubilados o anunciar que con la campaña de vacunación en setiembre estará vacunado todo el pueblo argentinos (Se supone que con una sola dosis porque hoy las cifras hablan de un 44 por ciento de argentinos vacunados con una dosis y apenas un 12 por ciento con dos).

La Argentina, lamentablemente, ocupa un lugar arriba en materia de muertos por coronavirus por millón de habitantes, lo que significa un récord que es una mancha terrible para el país. 

Si se quiere poner el acento en los errores cometidos, habría que hablar de la falta de testeos, las vacunas que no llegaron en tiempo y forma, el repudio a laboratorios como Pfizer por presuntas exigencias, que el tiempo demostró que chocaban con la ideogelización de la política de vacunación , los vacunados VIP, etcétera, en fin, un montón de factores que llevaron a este momento.

Atrás quedó como en un recuerdo imborrable el tiempo en que los principales conductores del país formaban el llamado "trío pandemia" -Alberto Fernández en el país, Axel Kicillof en el gobierno y Horacio Rodriguez Larreta en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires- y juntos buscaban las coincidencias para enfrentar a un enemigo invisible y terrible. Pero después comenzó a tallar la política, se dejó lugar a la mezquindad y cada cual fue por su lado, a tal punto que sería contrafáctico evaluar cuántos muertos se hubiesen evitado. 

De todas maneras, los 100 mil muertos son una permanente interpelación a los que mandan por no haber podido o sabido afrontar la situación a la altura de las circunstancias.

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