LA PANDEMIA AGENTINA Y UN PAIS A CONTRAMANO DEL MUNDO


Por Eduardo Menescaldi

 Cosas veredes Sancho (¿lo habrá dicho el escudero de Don Quijote en la histórica obra de Miguel de Cervantes?) pero la Argentina actual merece que esa frase exista, mucho más en un país donde todos los días, al margen de la pandemia y de los miles de muertos que enlutan en una cifra astronómica y que puede llegar a los cien mil para el día del amigo, se suman anécdotas que parece justificar las expresiones del economista Melconian, que ironiza con Berretalandia.

Y en Berretalandia suceden cosas. Desde los enojos del presidente, que a la mañana dice que no va a politizar la vacuna y la pandemia y que por la tarde se contradice, y arremete contra la oposición.

La vacunación desnuda la fragilidad del sistema aplicado, con todas las incógnitas habidas y por haber, ya que hay millones de personas esperando la segunda dosis de la Sputnik V y sin embargo ahora se trata de conformarlas con el aviso de que "la vacuna no vence...", ,como si fuera un medicamento y que "se está estudiando la posibilidad de buscar la dosis de otra vacuna para completar las dos aplicaciones, o sea primera, Sputnik, y segunda... vaya a saber cual.

Mientras esto pasa se acerca la fecha de las elecciones, que son en setiembre como PASO y en noviembre, generales, pero el 24 de julio vence el plazo para presentar las listas, antes está el tema de las eventuales alianzas.

En materia electoral hay referentes de las dos avenidas, oficialistas y opositores, y en el caso de la oposición los conflictos están en la vidriera, a tal punto que los referentes Rodríguez Larreta, Vidal, Macri, Mauricio y Jorge, evalúan los pasos a seguir, por ahora no poniéndose de acuerdo y alentando las internas, que puede quitar al sector potencia para enfrentar a un oficialismo que puede tener diferencias pero que termina siempre alineándose para lograr sus objetivos.

Habría que alertar a la oposición porque, como dijeron el diputado nacional Waldo Wolff y su par radical Mario Negri, el oficialismo está a "siete legisladores de ser Venezuela", es decir, si logran sumar la cantidad mencionada podrán tener mayoría en la Cámara y con eso podrán hacer y deshacer lo que quieran, máxime para buscar las pretensiones de la vicepresidenta y titular del Senado, que procura que la justicia se encamine para licuarle sus causas.

No es demasiado aventurado decir esto, porque hoy mismo el ministro de Seguridad bonaerense, el doctor Sergio Berni, en charla periodística reconoció que su jefa es la vicepresidenta y es ella, junto al gobernador Axel Kicillof, los que mandan en la República. Cuando el periodista Eduardo Feinmann le replicó que el presidente Fernández era la máxima autoridad, Berni lo ninguneó y ratificó que tenía muchas diferencias con el gobierno nacional...

Así las cosas, en esta Berretelandia sorprende, o no tanto, la política exterior del gobierno nacional. Porque se alinea con países donde los derechos humanos no son respetados, léase Venezuela, Irán, Rusia, Cuba... y últimamente Nicaragua. 

En Nicaragua el matrimonio Ortega-Murillo lleva muchos años en el poder y prácticamente viola en forma sistemática los derechos humanos, en estos tiempos con la detención de los candidatos opositores. Esto ha sido informado por la OEA a través de la chilena Michelle Bachelet, pero la Argentina no quiso suscribir ese escrito. 

Y ni siquiera se inmutó cuando Bachelet en otro informe sobre derechos humanos llamó la atención por lo que pasa en la provincia de Formosa, con el inefable Gildo Insfrán.

Otro inefable es el gobernador bonaerense Axel Kicillof, quien criticó a la oposición al decir que "son militantes contra la vacuna". 

El gobernador reconoció que le pidió a la oposición que se pongan los barbijos y que se acerquen a los vacunatorios... Esos vacunatorios improvisados en la provincia -porque los tradicionales centros se soslayaron- con una fuerte carga de propaganda de La Campora.

Todo esto sirve para justificar el título de una Argentina a contramano con el mundo, con una pandemia que la pone en los peores lugares de tratamiento del sistema sanitario ante esta situación, con el agravante de que las vacunas llegan despacio, los testeos no alcanzan, no llegan las segundas dosis y en fin, se pretende tapar el sol con la mano.

Cuando la realidad, que es la única verdad, nos dice que esos indeseados cien mil muertos, que Alberto no quiso porque dijo que prefería un diez por ciento más de pobreza antes que tantas muertes, van a llegar promediando julio... Un elemento que tendría que incidir en las urnas cuando el ciudadano disponga de la mejor arma para expresar sus ideas acerca del país que todos los argentinos merecemos.

PD: La Argentina sigue sumando despropósitos. Uno más, el condenado por la tragedia de Once, el ex ministro de Transporte, Julio Schiavi, recibirá reducción de pena por 192 días por haber hecho cursos en la cárcel, muchísimos por cierto, algunos de ellos increíbles: introducción a la peluquería... (Pelito para la libertad...).

También cursos de botánica, tratamiento de vinos, etcétera.

Con esto podría quedar libre en noviembre de este año.

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