SE REALIZO EL ENCUENTRO DE LOS CAMPEONES CERVECEROS DE 1991


 Hace treinta años, el 1 de junio de 1991, Quilmes vencía en el viejo estadio de Guido y Sarmiento a Almirante Brown 1 a 0, con gol de tiro libre de Mario Gómez, y se consagraba campeón del Nacional B, logrando el ascenso a primera división.

A través de un Zoom se pudo reunir a una importante cantidad de los campeones, iniciativa del QAC a través de su sitio oficial por you tube.

Presentó la tenida el secretario de actas del QAC, Patricio Minig, y estuvieron por la entidad, el presidente Cristian Sterli y el vocal Daniel Arrigo.

Entre los campeones del 91 -repetimos tres décadas después- estuvieron José Luis Acosta, Alfredo Pichón Juárez, Guillermo Taca Escalante, Leonardo Lalo Colombo, Oscar Bocha Bernadas, el gallego Alberto Rodríguez, Cristian Pini Montenegro, Javier Orengo, el profesor Pachamé -preparador físico-, Leonardo Morales, Martín Di Diego, Gabriel Pedrazzi.

No pudo estar el goleador Marcelo Rufini, por enfermedad, tampoco Alfredo Grelak -actualmente como técnico en Boca Unidos de Corrientes-, Mario Tortuga Gómez, Carlos Miguel Bomba Scime.

Los participantes tuvieron  emotivos recuerdos para los que hoy no están, como el arquero Alejandro Mulet, fallecido muy joven y el querido técnico Hugo Manuel García, quien murió en 1993 en un accidente con su automóvil camino a Santa Fe.

ANECDOTAS

Durante el encuentro se sumaron anécdotas de la enorme campaña que culminó con el título y el ascenso.

Se destacó el grupo que se armó, el ensamble y la potencia de un equipo que en todas partes marcó su presencia.

En lo futbolístico, subrayaron la presión que se imponía en el medio campo, con la creatividad de Lalo Colombo y Nelo Acosta, la potencia del gallego Rodríguez, y atrás la jerarquía del arquero, el Oso Mulet, la fuerza de los defensores Pichón Juárez y Taca Escalante, y los laterales, Grelak y Emilio Kalujerovich. Cuando este se lesionó, su lugar fue para Montenegro.

El citado Montenegro confesó los miedos de su debut y como se fue adaptando a la nueva etapa, cuando venía de la tranquilidad de la tercera y debía asumir la responsabilidad de la primera.

En este sentido fue unánime resaltar la importancia del técnico, que sabía leer los partidos y sacar de los jugadores lo mejor.

DEL BOCHA AL OSO

Bocha Bernadas, como arquero suplente, tuvo sentidas palabras para el arquero titular, Alejandro Oso Mulet. Resaltó que a su entender era el mejor de la categoría, trabajaba con mucha intensidad y transmitía su entrega a los demás.

Recordó que venía del dolor que había significado haber perdido en el torneo anterior el ascenso en las históricas finales con Lanús, que se definieron  en el viejo estadio por penales. 

Había un sentimiento de revancha y este torneo se los dio, con un final feliz.

Bocha también recordó que en esos tiempos de principios de los 90 también cultivaba la música rockera, con el grupo Agarta. Pero al firmar su contrato tuvo que decidir por el fútbol y dejar de lado las presentaciones rockeras, con eso de salir de noche, etcétera.

De todas maneras recordó que alguna vez se presentó con su grupo y entre los espectadores estuvo Pichón Juárez y algún otro compañero.

Hubo recuerdos de determinados partidos, encuentros de visitantes donde había que soportar públicos difíciles, como Tucumán y Córdoba.

El énfasis se puso en los últimos partidos hacia el título. Y se recordó en la dolorosa derrota con Deportivo Italiano en cancha de Español. "Era raro, porque a los quince minutos perdiamos 3 a 0, cuando veniamos de muchas fechas sin perder.

"Ahi aparecieron los fantasmas, los que empezaron a decir que Quilmes no quería ascender. Eso nos fortaleció y en el siguiente partido goleamos a los santiagueños de Central Córdoba. Luego vino el partido con Bánfield, que fue duro y lo sacamos adelante con el empate.

Se mencionó el golazo de Marcelo Rufini ante Bánfield -el primero, tras pegar la pelota en un palo, recorrer la línea, pegar en el otro y entrar. Después vino el gol de Pichón Juárez y el empate de ellos".

PICHON Y UN

PASE DE FACTURA

Desde Santiago del Estero, Alfredo Juárez le preguntó al presidente Sterli la edad que tenía en el 91. La respuesta: 21 años.

El presidente contó que ese partido lo vio en Bánfield con una multitud acompañando al Cervecero. "Lo recuerdo como si fuera hoy ese partido en cancha de El Taladro", sostuvo Sterli.

Juárez aprovechó la ocasión para recordar que a raíz de ese título y ascenso se le prometió al plantel un premio. Pero pasaron treinta años y nunca se pagó. "Nosotros dimos todo, con menos nombres logramos lo que no pudieron  los anteriores con más nombres y sin embargo nunca se pagó el premio".

Sterli reconoció que tenía razón pero era responsabilidad de la directiva de ese tiempo (la encabezaba el doctor José Luis Meiszner).

Pichón también lamentó que cuando perdieron con Italiano algunos dudaron de su responsabilidad profesional e incluso el técnico Hugo García, para evitar males mayores, decidió no ponerlo en el siguiente partido, cuando enfrentaban a los santiagueños (Pichón es santiagueño).

Pero volvió contra Bánfield y fue autor de uno de los goles Cerveceros.

NELO ACOSTA

José Luis Acosta, uno de los que llegó para reforzar un plantel que en su mayoría tenía jugadores de inferiores, recordó que él venía de un modesto club de Casilda y la posibilidad de jugar en Quilmes le dio un escenario diferente, con lo que significaba vestir esta camiseta.

Todos los compañeros coincidieron en señalar a Acosta como uno de los principales jugadores que le daba al equipo un toque de distinción.

Patricio Minig, como moderador del encuentro, fue dando la palabra a todos los que conformaron  el zoom, entre ellos Leonardo Morales, quien  si bien  jugó un solo partido en este equipo -integraba el plantel de tercera- fue locuaz al destacar la personalidad del equipo.

El cierre estuvo a cargo del presidente, quien destacó que cuando lo permita la pandemia habrá una tenida convocada por el club para agasajar al plantel y entregarle algún reconocimiento.

Patricio Minig adelantó que para el día del padre se va a hacer una remera similar o parecida a la camiseta del 75, que va a combinar con una camiseta que vistieron estos jugadores en su momento.

UN VIDEO

Sobre el final se pasó un video de aquel partido del 1 de junio ante Brown, mostrando la multitud que llenó el estadio de Guido y Sarmiento. Y el punto fundamental, el gol de Mario Gómez, de tiro libre.

Cuando el autor remata alguien se corre en la barrera -algunos dijeron que era Bomba Scime, pero al pasarlo otra vez se comprobó que era Marcelo Rufini- y por ese lugar pasó el balón que terminó derrotando al arquero de Brown, Golinowski. Alguno comentó con ironia que en aquel tiempo se corrió la bolilla de que ese arquero se tiró en cámara lenta.

El Zoom terminó demostrando que después de treinta años el grupo sigue unido, más allá de que cada cual tomó su camino.

Como dijo el profesor Pachamé, lo que se logró en aquella época es armar un grupo donde todos tiraban para el mismo lado. Y aunque algunos habían venido de otros lugares, rápidamente ensamblaron  con los chicos del club para conformar una propuesta sólida, donde todos iban por lo mismo, el gran objetivo que finalmente se alcanzó.

En el mismo sentido Martin Di Diego subrayó la importancia de sentirse parte de un club más que centenario y que después de tanto tiempo se siga hablando del plantel que hace treinta años ponía al club en primera división.


Comentarios