Por Eduardo Menescaldi
Esta mañana en Mar del Plata, donde estaba internado por coronavirus, falleció el chaqueño Sergio Víctor Palma, quien en 1980 fue campeón mundial de box.
Tuve el placer de conocerlo en la etapa previa a ese título ecuménico logrado en Japón, y en el libro Páginas sueltas, Quilmes, el Congreso y algo más... hay un capítulo dedicado a Sergio.
Lo conocí en febrero de 1980. Había nacido en Chaco y con su madre y hermanos se habían venido a vivir a Bernal Oeste, barrio La Sarita. Vivía en un ambiente de pobreza y de tremenda dignidad, como lo expresaba al hablar de su madre, que supo llevar adelante el hogar con trabajo y esfuerzo.
En ese febrero del 80 venía de perder una chance por el título mundial y aseguraba a quien quisiera oírlo que iba a ser campeón máximo, como finalmente ocurrió.
Con un socio, Hugo Campos, tenía una empresa de arenados, impermeabilización y pintura de frentes, con oficinas en la galería Guemes, en la calle Florida, Capital.
Palma se destacaba por la palabra, mostrando una cultura nada habitual en el mundo del boxeo. Daba citas y recordaba libros que rápidamente atraían al interlocutor.
Palma era campeón argentino y sudamericano de los gallos y aspirante al título mundial.
Defendía su profesión de los puños con una intensidad sorprendente. Decía que era boxeador por vocación "desde aquella primera vez, cuando tenía cinco años, en que vi un combate por televisión. Ahí quedé atrapado",
Me contó de su infancia dura. Terminó la primaria a los 14 años en la Escuela Nro. 20 de Bernal (antes había cursado estudios en la Escuela 66, en el kilómetro 22 de Berazategui),
Relató que siempre tuvo deseos de aprender; "Eso se manifestó en leer y escribir antes de ingresar al colegio".
"Cuando entré al colegio en mi pueblo, Castelli, en el Chaco, leía perfectamente los libros de textos, lo que permitió que pudiera comparar los contrastes con la realidad de mi pueblo, Castelli -luego Miraflores- con parajes ríspidos, chivas salvajes y una atmósfera agreste con la realidad de la zona de Quilmes, adonde vivíamos con mamá".
Ahí nació el Palma, poeta, que incursionaba con la música y el canto.
"Algunas veces converso con mis colegas boxeadores de temas profundos, aunque siempre busco el momento, porque traérselo de los cabellos sería como ponerse en profesor y dictar cátedra" decía convencido en esa nota que se publicó en el diario El Sol de Quilmes el 15 de febrero de 1980.
En el libro le agradecía a Palma porque supo hacerme entender que el boxeo puede ser una vocación, y de hecho lo es.
LOS DATOS
Sergio Palma nació en La Tigra, Chaco, el 1 de enero de 1956. Su primer combate fue a los veinte años. En su carrera boxística tuvo 52 victorias, 5 empates y 5 derrotas.
Se consagró campeón mundial de los supergallos el 9 de agosto de 1980 Spokane, Estados Unidos, cuando venció a por nócaut en el quinto asalto a Leo Randolph. Anteriormente había perdido la pelea por el título ante Ricardo Cardona en Barranquilla.
Hizo cinco defensa exitosas de su título y en la sexta lo perdió ante Leo Cruz.
Decidió retirarse tras ser noqueado por Juan Domingo Malvarez, pero dos años más tarde volvió, realizó algunas peleas y se retiró definitivamente después de perder con Raúl Gómez.
Tuvo un programa de radio donde combinaba sus dos pasiones, el boxeo y la música. El programa se llamaba Round de música y palabras.
Estaba viviendo en Mar del Plata, en la zona de El Faro, después de haber sufrido un ACV. Ahora el coronavirus y una neumonía terminaron por vencerlo, pero su impronta artística y su huella en el boxeo seguirán para siempre.
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