En el Centro Cultural Kirchner, en Capital, el presidente de la Nación, Alberto Fernández comandó una sencilla y emotiva ceremonia de homaneja a los fallecidos durante la pandemia.
Junto a su pareja, Fabiolaa Yañez, se encargaron de encender una de las tantas velas que eluminaron la ceremonia, donde estaban representadas las 24 provincias argentinas, incluida la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Estuvieron todos los gobernadores -excepto Alicia Kirchner, de Santa Cruz, Juan Schiaretti, de Córdoba y Arabela Carreras, de Río Negro- y el jefe de gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta.
En breves palabras -la ceremonia se difundió hoy al mediodía por cadena nacional- el jefe de Estado llamó la unidad, mencionó los terribles efectos de la pandemia que azota al mundo y subrayó la necesidad de cicatrizar heridas.
Vale destacar que este Alberto Fernández tendría que ser el que de aquí en más vuelva a mover y conmover a los argentinos, lejos de las chicanas, los retos y los ataques a la oposición. La única manera de que los casi 100 mil muertos que va a tener el país en pocos días tengan al menos el consuelo de que sus compatriotas, de todos los niveles, y mucho más los que mandan y los que integran la oposición, los homenajean con el corazón puesto a su eterno servicio.
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