OBISPOS DEL CONURBANO: RECLAMAN MAS FLEXILIBIDAD EN LAS RESTRICCIONES

 

                                                            Monseñor Tissera


Los obispos del Conurbano bonaerense han adherido a una carta enviada por el arzobispo de La Plata, capital de la provincia, a las autoridades del gobierno provincial y al gobernador Axel Kicillof, donde además de entender y acompañar la situación sanitaria, igualmente piden poder rever "la desproporcionada medida de poder contar tan solo con diez personas al aire libre para la celebración del culto.

Asimismo han solicitado de manera formal dialogar para "discernir una mayor apertura en las celebraciones en este tiempo de tant necesidad,  no solo de la salud física sino también espiritual de nuestro pueblo bonaerense".

Firman la nota los obispos Eduardo García, de San Justo; Jorge Vázquez, de Morón; Jorge Torres Carbonell, de Gregorio de Laferrere; Martín Fassi, de San Martín; Santiago Olivera, obispo castrense; Damián Nannini, de San Miguel; Fernando Maletti, de Merlo-Moreno; Oscar Miñarro, obispo auxiliar de Merlo-Moreno; Jorge Lugones, de Lomas de Zamora; Ignacio Medina, obispo auxiliar de Lomas de Zamora; Carlos Tissera, de Quilmes; Marcelo Margni, auxiliar de Quilmes; Oscar Ojea, de San Isidro; Guillermo Cande y Raúl Pizarro, obispos auxiliares de San Isidro; Pedro Laxague, de Zárate-Campana; José Roríguez, auxiliar de Zárate-Campana; Rubén Oscar Goyena, administrador diocesano de Avellaneda-Lanús.

EL ARZOBISPO

En la carta que le envió el arzobispo de La Plata al gobierno provincial le manifestó al jefe de gabinete "mi perplejidad por la reducción a un máximo de diez personas para los actos de culto al aire lire.

"Le transmití que hasta ahora, siempre hemos hecho enormes esfuerzos para acatar y explicar las medidas sanitarias. Yo mismo hcie una carta fundamentando las atribuciones de las autoridades aun cuando se trata de actos de culto, pero esto supone que se trate de medidas racionales. Tensar tanto la cuerda no nos ayuda. Basados en la actividad permitida 104, del decreto nacional, ya estábamos celebrando las misas al aire libre con 20 personas, y así lo estábamos haciendo, con distancias demás de dos metros entre personas o burbujas.

Para hacerlo, los sacerdotes han celebrado muchas misas en distintos horarios de manera de que pudiéramos cubrir mínimamente la demanda, al menos de las personas que más lo requieren.

Reducir ahora el número para la fase 2 y aun parea la 3, a solo diez personas, nos parece a todos muy abusivo y completamente desproporcionado. Y esto se plantea no desde el punto de vista dela fe, sino desde la misma evidencia racional. Nos parece extraño que se considere un culto religioso más peligroso que una actividad deportiva.

No pedimos que se consideren actos de culto desde el punto de vista d ela fe. Pero con una mirada meramente humana se advierte que 20 ó 30personas a dos metros de distancia en una misa al aire libre no tienen riesgo de contagio. Se ignora un hecho constatable: la misa s un acto muy estático. La única interacción que existía era el saludo de la paz, que se ha quitado. En un partido de fútbol, en cambio, hay contacto, cercanía interpersonal; se tocan, se gritan, se respiran encima, y los riesgos son claramente diferentes. Aun los grupos de personas que se junta a merendar en una plaza, tienen mucho mayor contacto que en una misa.

De hecho, en uno de los decretos emanados hasta ahora se insinuaba una distinción, pero en estas últimas medidas ha desaparecido y no vemos esto razonable.

Si se quiere obrar de manera razonable realmente y científica, entonces, lo racional sería distinguir los actos de culto de los otros tipos de reuniones y habilitar un número mayor de personas que haga que la norma sea practicable".

Comentarios