Los penales se han convertido en la única fórmula para definir la Liga Profesional en los cuartos de final.
Ayer por esa vía Independiente eliminó a Estudiantes de La Plata -el partido había terminado 0 a 0-, lo propio hizo Colón en Santa Fe con Talleres de Córdoba -fue empate 1 a 1- y hoy se repitió la historia.
Al mediodía jugaron en Liniers, Vélez y Rácing, terminaron 0 a 0 y en los penales clasificó la Academia.
Y como no podía ser de otra forma, el Superclásico, más allá de un Ríver muy afectado por el coronavirus que obligó al técnico Marcelo Gallardo a armar una formación impensada -con un joven arquero, Alan Díaz, quien llegó como suplente de reserva porque los otros cuatro (Armani, Bologna, Luz y Petroli estuvieron afectados por el Covid 19)- también se definió por los penales.
Ee partido terminó 1 a 1: abrió la cuenta Carlos Tévez, para Boca en el primer tiempo y empató en el segundo, Julián Alvarez para el Millonario.
En los penales, ganó Boca Juniors. Un poco de alivio para el cuadro de Miguel Russo porque una derrota hubiese generado más problemas para un Xeneize que no conforma y que incluso tampoco gana ante un rival que llegó bastante golpeado.
Ahora se vienen las semifinales, que se jugarán en escenario neutral, el estadio Bicentenario de San Juan: Independiente se medirá con Colón de Santa Fe y Rácing hará lo propio con Boca Juniors.
Algunos imaginan la gran final como un posible revival del clásico de Avellaneda, tal como lo comentó en su momento el ayudante de campo de Independiente, Pedro Monzón, como una revancha del partido jugado días pasados con el polémico penal que dio para Rácing el árbitro Mauro Vigliano y que definió la victoria Académica.
Lógicamente, antes los de Avellaneda deberán ganar sus respectivos encuentros de semifinales, el Rojo ante el Sabalero y el Albiceleste frente al Xeneize.
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