Solía decir con orgullo que había nacido un día como hoy, 11 de mayo, en coincidencia con el día del Himno Nacional.
Bienvenido -su verdadero nombre- Pichón -todos lo conocían así- Cataldo fue un gran referente de la historia futbolística de Argentino de Quilmes. Durante muchos años estuvo a cargo de la subcomisión de fútbol Mate y desde esa función -fundamentalmente en históricas etapas del presidente Roberto Cholo Morguen- se ganaba el aprecio de todos, propios y extraños.
Porque dispensaba una agradable recepción a todo aquel que se acercara al Mate y sobre todo, los días de partido con locales y visitantes. Los árbitros que llegaban a la barranca se iban agradeciendo las atenciones. Alguna vez lo hemos comprobado con el árbitro internacional Horacio Elizondo, que se encargaba siempre de enviar el saludo porque recordaba el trato que le dispensaban cuando dirigía en esa categoría.
Pichón tenía una profesión, en la que también mostraba su don de gentes. Era peluquero y por sus tijeras y máquinas pasaban todos, muchos del ambiente del fútbol, tanto Mates como Cerveceros. Ya sea cuando tenía el local en la galería de la calle Alvear, que daba al bar Amancay, que se convertía fuera de trabajo en un lugar ideal para enterarse todo lo que pasaba en la ciudad, y no solo en fútbol.
Después instaló su local muy cerca del estadio Mate, sobre la calle Cevallos, donde estaba cumpliendo su labor de peluquero cuando sufrió la acción de los malvivientes. Malherido, se debatió durante días y no pudo salir de esa gambeta de la sinrazón.
Hoy lo recordamos y como decía con picardía por algo había nacido el día del himno, ese símbolo imborrable del ser argentino, de quilmes por supuesto, y criollo hasta la muerte.
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