EL PRESENTE DE SERGIO VICTOR PALMA, VERSION CHERQUIS BIALO

                                                   Sergio Victor Palma
Por Eduardo Menescaldi

Hoy el diario Infobae publica una emotiva nota del periodista Ernesto Cherquis Bialo con un protagonista, el ex boxeador y ex campeón mundial de boxeo, Sergio Víctor Palma, un chaqueño que de chico se radicó en Bernal y que de la extrema pobreza fue construyendo su historia hasta llegar a la cima mundial del deporte de los puños.

Cuenta el periodista que en la actualidad Palma disfru,ta del último amor de su vida, luchando contra un ACV. Así relata cómo conoció a Orieta, una mujer que lo albergó en Mar del Plata y con quien vive en la zona del Faro de Punta Mogotes. 

Relata cómo se conocieron, la invitación para pasar sus vacaciones en ese lugar y a partir de ahí se estrechó una relación que sigue en estos momentos, en el que él atraviesa un ACV.

Y esta nota vale para recurrir al libro Páginas Sueltas, Quilmes, el Congreso y algo más, que escribí hace unos años, donde cuento cómo conocí a Sergio Víctor Palma.

"A Sergio lo conocí en febrero de 1980. Había nacido en Chaco y con su madre y hermanos se había venido a Bernal Oeste, barrio La Sarita, cuando era muy|chico. Vivía en un ambiente de pobreza y de tremenda dignidad, como él expresaba al referirse a su madre, que supo llevar adelante el hogar con trabajo y esfuerzo.

"En realidad, la campaña de los campeones parece ser siempre la misma: empezar en un ambiente muy pobre y buscar con los puños abrirse paso en la vida para labrarse sus porvenir. El ejemplo de Horacio Accavallo -a quien tuve oportunidad de conocer muchos años después, a raíz de denunciar que sus locales de deportes habían sufrido  más de mil robos- es todo un síntoma. Carrero, botellero, cartonero,, yendo para adelante con el trabajo en la quema y llegando a ser campeón mundial, con la gran virtud de saber capitalizar el esfuerzo para invertir en forma inteligente el dinero ganado con el boxeo. Sin duda, Roquipo Accavallo es uno de los pocos que supo retirarse a tiempo y bien, física, mental y económicamente.

Volviendo a Sergio Palma, digamos que venía de perder una chance por el título del mundo, y aseguraba a quien quisiera oírlo que iba a ser campeón máximo, como finalmente ocurrió.

"Con un socio, Hugo Campos, tenía una empresa de arenados, impermebilización y pintura de frentes, con oficinas en la Galería Guemes, de la calle Florida, en Capital.

Su mayor virtud era la palabra. El hombre mostraba una cultura nada habitual para el mundo del boxeo, dando citas y recordando libros que rápidamente atraían al interlocutor (una especie de antecesor del técnico Gustavo Alfaro, el que ascendió a primera en fútbol al Quilmes AC aquel histórico 5 de julio de 2003).

Palma era campeón argentino y sudamericano de los gallos, así como aspirante al título mundial.

"Cuando le comenté el preconcepto que tenía de creer que el boxeador -como estereotipo- era sinónimo de pocas luces, vida desgraciada, bajo fondo, sonrió y dejó su pensamiento: Yo soy boxeador por vocación  desde aquella primera vez, cuando tenía cinco años en que vi un combate por televisión . Ahí quedó atrapado" añadió.

Recordó que había tenido una infancia muy dura. Terminó la primaria a los 14 años en la Escuela Nro. 20 de Bernal (antes había cursado estudios en la Escuela 66, ubicada a la altura del kilómetro 22, en Berazategui).

Leía constantemente. "Cuando entré al Colegio en  mi pueblo del Chaco, Castelli, leía perfectamente los libros de texto, lo que permitió que pudiera comparar los contrastes entre la realidad de mi pueblo, Castelli -luego Miraflores- con parajes ríspidos, chivas salvajes y una atmósfera agreste con la realidad de la zona de Quilmes, donde vivíamos con mamá.

"Ahí nació el Palma poeta, que también incursionaba en la música y el canto. El pugilista no se sorprendía por su vocación artística, por lo menos en eso de diferenciarse del resto, y para apoyar su afirmación subrayaba que otro boxeador, Juan Domingo Malvarez, también escribía y tocaba la guitarra.

Algunas veces converso de estos temas profundos con mis colegas boxeadores, aunque siempre busco el momento, porque traérselo de los cabellos, sería como ponerse en profesor y dictar cátedra -decía convencido Sergio.
"Una nota que publicó El Sol el 15 de febrero de ese año 1980 terminaba con una idea que revoloteaba mi cabeza: no parece boxeador... Palma toma el boxeo como vocación y entendía que era un buen instrumento para desarrollar otras facetas.

Este capítulo del libro se publicó en el 2010, y hoy más de una década después el campeón del mundo de los gallos, que soporta un ACV, reside con su pareja, Orieta, en la zona del Faro de Punta Mogotes, como cuenta la excelente nota del colega Ernesto Cherquis Bialo.


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