DOCTOR KAMBOURIAN: ALERTA POR LO QUE VIENE Y LO QUE NO SE HACE

                                           Doctor Kambourian


 El pediatra Carlos Kambourian, en charla por La Nación +, dijo su verdad sobre la realidad del confinamiento, el coronavirus, el crecimiento de contagios y de fallecidos.

En principio criticó la política de testeos, reiterando que tienen que ser muchos más de los que se hacen. El promedio actual orilla los 100 mil y a su entender deben ser alrededor de 500 mil. En ese sentido, explicó que los casi 40 mil contagios de la víspera, en realidad son unos 170 mil.

También dijo que la manera con la que se está desarrollando la política sanitaria va a generar en pocos días que los muertos no serán 700 u 800 diarios sino 1000.

Agregó que a su entender estos nueve días de confinamiento no serán positivos, porque seguramente -lo repitió- se van a extender unos treinta en total. Porque con nueve días no se alcanza a satisfacer las necesidades de una política sanitaria que busca reducir los casos.

Asimismo el facultativo dijo que a su entender retener vacunas como ocurre sobre todo en la provincia de Buenos Aires -expresó que siempre se mantiene un remanente de un millón- es un delito. 

"Qué mejor que decir con orgullo que me quedé sin vacunas, como prueba elocuente de que las apliqué todas para evitar más muertes" señaló.

El crack sanitario que está estallando en estos días parece mentira, porque mientras no aumentan los testeos y no llegan las vacunas -se dice que habrá millonada a fin de mes- el rubro sanitario ligado al coronavirus pone a la Argentina en la cornisa de un colapso que parece no tener límite.

Esta mañana escuchamos a una doctora neuquina Luciana Ortiz Luna alertar sobre la angustiante situación en la provincia, por la saturación del sistema e hizo un llamado dramático para que las autoridades sanitarias tomen en cuenta la cuestión.

Evidentemente, la política sanitaria del gobierno ha demostrado un fracaso rotundo -no olvidemos que el aislamiento comenzó el 20 de marzo del año pasado, o sea hace casi quince meses- y frente a ese colapso la respuesta de un nuevo confinamiento de nueve días -que seguramente serán  más- exige más que nunca que los funcionarios funcionen, valga la redundacia, que dejen de echar culpas a los otros y que asuman la responsabilidad de gobernar.

Estamos en la histórica semana de Mayo, aquella en que el pueblo decía que quería saber de qué se trata, y este confinamiento, que la gran mayoría va a cumplir por aquello de quedarse en casa, volverá a hacer reflexionar sobre la impotencia sanitaria y económica para resolver los desafíos que ofrece la historia actual.

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