MONSEÑOR TISSERA: "NO CAIGAMOS EN LA MISERIA DE MIRAR PARA OTRO LADO"


 El obispo de Quilmes, monseñor Carlos José Tissera, dio su homilía en la celebración de la Pasión de Cristo. En la oportunidad recordó que "Jesús se ha identificado con el dolor y el sentimiento de la humanidad. No caigamos en la miseria de mirar para otro lado".

Agregó que "al mirar a Cristo en la cruz, vemos el dolor y la angustia de los enfermos, el cansancio y la pérdida del trabajo. En Jesú,s crucificado vemos la cruda realidad de los despreciados, calumniados y maltratados, la de los descartados y marginados. Vemos en Cristo a los perseguidos por luchar por la justicia y la fraternidad".

La homilía que brindó en la catedral de Quilmes comenzó diciendo que "la Iglesia, según una antigua tradición, ni hoy ni mañana celebra los sacaramentos. El altar permanece despojado. El gran signo es la cruz, el Cristo crucificado, Sacramento del Padre.

La gran misericordia de Dios revelada en Jesús. Como lo anunciaba el profeta Isaías: El fue traspasado por nuestras rebeldías y triturado por nuestra inequidades. El castigo que nos da la paz recayó sobre él y por sus heridas hemos sido sanados (Is. 53,5).

Dios ha visto nuestra miseria y se ha compadecido.

Es el mismo Jesús que un día en Galilea, al desembarcar. "vio una gran muchedumbre y se compadeció de ella, porque eran como ovejas sin pastor..." (Mc. 6,34).

Jesuús ve y se compadece. Se comporta como el buen samaritano de la parábola. Otros habían pasado por el camino, vieron al hombre casi muerto a la orilla y pasaron de largo. "Pero un samaritano que viajaba por allí8, al pasar junto a él, lo vio y se conmovió" (Lc. 10,33).

Veamos a Cristo en la cruz y conmovámonos. En toda la tierra hoy la Cruz es levantada en alto para ser adorada. "Este es el árbol de la Cruz donde estuvo suspendida la salvación del  mundo". "Vengan y adoremos".

Ayer adoramos a Jesús en la Eucaristía. Hoy adoramos la santa Cruz.

También nosotros, como Jesús: veamos y dejémonos conmover viendo tanto amor, tanta misericordia. "No hay amor más grande que dar la vida por los amigos" (Jn. 15,13).

No nos dejemos ganar por la indiferencia; no miremos al costado.

Vivimos la gran tentación de no querer ver, de no querer mirar el dolor; vivimos en una sociedad que "busca construirse de espaldas al dolor" (Francisco FSratettli Tutti 65).

Ver y compadecernos como Jesús, como el buen samaritano.

Al mirar a Cristo en la cruz, vemos el dolor y la angustia de los enfermos, el cansancio y fragilidad de los que asisten y cuidan de ellos; la angustia de los qu,e ven quebradas sus empresas y la pérdida del trabajo; en Jesús crucificado vemos la cruda realidad de los despreciados, calumniados y maltratados, la de los descartados y marginados; vemos en Crsito a los perseguidos por luchar por la justicia y la fraternidad.

En Jesú,s enrtregado en la Cruz, v emos al Servidor, al que hizo de su vida un servicio para los demás. El nos inspira y nos muestra un camino para  mirar hacia adelante en esta crisis de la humanidcad. La actitud del buen samaritano "nos muestra con qué iniciativas se puede rehacer una comunidad a partir de hombres y mujeres que hacenb propia la fragilidad de los demás, que no dejan que se erija una socidad de exclusión, sino que se hacen prójimos y levantan y rehabilitan al caido, para que el bien sea común. Al mismo tiempo, la parábola nos advierte sobre ciertas actitudes de personas que no solo se miran a si mismas y no se hacen cargo de las exigencias ineludibles de la realidad humana".,,,"Nos revela una característica esencial del ser humano,  tantas veces olvidadada: hemos sido hechos para la plenitud que solo se alcanca en el amor. No es una opción posible vivir indiferentes ante el dolor. No podemos dejaer que nadie quede "a un costado de la vida". Esto nos debe indignar, hasta hacernos bajar de nuestra serenidad para alterarnos por el sufrimiento humano. Eso es dignidad" (FT 67.68).

!Te adoramos Cristo y te bendecimos!!Porque por tu santa Cruz redimiste al mundo!".

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